sábado, 10 de junio de 2017

DISCURSOS

Esta semana sigue sin haber películas que me entusiasmen. En cambio la realidad ha sido bastante peliculera, si me permiten la expresión. He encontrado dos discursos en el cine que podían ser dos discursos en la realidad. Por eso , cualquier parecido con la realidad NO es casualidad.
(he utilizado fragmentos de dos dibujos de Ramon que demuestran hacia donde nos conducen entre todos)




1
Sir George Wheeler, el jefe de filas conservador en el Parlamento Británico, que acaba siendo un topo soviético en El hombre de Mackintosh, John Huston, 1973

“El Dr Johnson dijo que el patriotismo era el último refugio del sin vergüenza. Si eso es verdad, tienen ante ustedes a un canalla. Al descubierto y avergonzado.
Solo que para mí, el patriotismo, no es un refugio sino una posición ventajosa que defiendo y de la que me enorgullezco. Siempre, a lo largo de los 25 años que soy miembro del Parlamento, esa ha sido siempre mi primera prioridad. Mi gran prioridad, mi primer esfuerzo y deber, y a mucha honra
Nuestra nación ha resistido envites extranjeros durante siglos, pero hoy nos enfrentamos a un enemigo más sutil y potencialmente mucho más peligroso. Me refiero a nuestra complacencia, permisividad, y con demasiada frecuencia, entusiasmo para renunciar a esos valores por cuya salvaguardia muchos hombres dieron la vida. Debemos luchar amigos míos, debemos luchar contra todos los que quieren socavar nuestra calidad de vida británica, ya sean pistoleros callejeros, elementos subversivos extranjeros o hombres débiles de nuestra propia clase política.”




2
Frank Underwood en la tercera temporada de House of cards, cuando hace un discurso a la nación. El cínico y ambicioso Underwood afirma que no se presentará a las elecciones y por eso puede llevar el país a la ruina diciéndoles la verdad. La verdad es que les miente y si se presenta a las elecciones.

“Durante demasiado tiempo, en Washington les hemos estado mintiendo. Decimos que estamos aquí para servirles, cuando en realidad nos servimos a nosotros mismos. ¿Y por qué? Estamos motivados por nuestro propio deseo de ser reelegidos. Nuestra necesidad de permanecer en el poder eclipsa nuestra tarea de gobernar. Pero eso acabará esta noche. Esta noche, les diré la verdad.
Y la verdad es esta: el Sueño Americano les ha fallado. ¿Trabajar duro? ¿Seguir las normas? Eso no les garantiza el éxito. Sus hijos no tendrán una vida mejor que la suya, Diez millones de ustedes ni siquiera tienen trabajo, aunque lo deseen desesperadamente. Nos han perjudicado la Seguridad Social, Medicare, Medicaid, el bienestar, los derechos sociales. Y esa es la raíz del problema: los derechos sociales.
Voy a ser muy claro: no tienen derecho a nada. No tienen derecho a nada.
Estados Unidos se construyó sobre el espíritu de la industria. Ustedes construyen su futuro. Nadie se lo da. Y el problema con Washington es que no les hemos dado las herramientas necesarias para construirlo. La única forma que tenemos de servirles, es dándoles los medios para servirse a ustedes mismos. Pues eso es exactamente lo que pretendo hacer. Nada de limosnas. Trabajos. Trabajos reales con salarios reales.
En pocas semanas, la dirección demócrata presentará un programa llamado América Trabaja. Su objetivo es simple: conseguir que los diez millones de estadounidenses que están en paro puedan trabajar. Todos ellos.
Si desean un trabajo, tendrán un trabajo. El coste es de quinientos mil millones de dólares. Ya sé que es mucho dinero. Para pagarlo, hay que replantear la Seguridad Social, la sanidad y las ayudas sociales desde cero. No podemos mantener el estado de bienestar tal como lo conocemos. No es una medida muy popular. Ningún candidato a la presidencia se atrevería a decir estas palabras. Todo asesor, consultor y miembro del gabinete suplicaría a un candidato presidencial que no las dijera.
Pero yo puedo hacerlo, porque no voy a presentar mi candidatura demócrata en 2016."

3
¿Y el cine? Mal gracias. Esta semana se estrenan dos películas que a priori eran interesantes y a posteriori han resultado decepcionantes.
American Pastoral reduce la  novela fundacional de Philip Roth a un insulso melodrama familiar.
El sueño de Gabrielle solo se salva por la voluntariosa interpretación de Marion Cotillard, capaz de brillar incluso en medio de una telenovela barata y de Álex Brendemühl que se consolida cada vez mas como el heredero de Paco Rabal en el cine europeo.

Hay otro estreno que promete y no decepciona. Se llama Testigo es la primera película de un joven director francés, Thomas Kruithof. Es un thriller político que bebe en el cine negro de Melville. Con un personaje que podría haber hecho Delon aunque François Cluzet, con su apariencia de hombre normal, es mucho más inquietante. El director demuestra que con un actor estupendo, una mesa, una máquina de escribir y un guión que hurga en las cloacas del estado, se puede hacer una película muy interesante. Y muy actual. ¿Quién nos garantiza que no hay un montón de Duvales escuchándolo todo en todas partes? El título original es La mecánica de la sombra y es eso precisamente lo que hacen estos guardianes de la seguridad nacional. Estar en la sombra y usar la mecánica para arrogarse la potestad de decidir que nos conviene o no a los pobres ciudadanos. “Yo dirijo un organismo de vigilancia y control que defiende los intereses de nuestro país”, afirma el malo de la película. Pero ¿quién decide cuales son los intereses del país? Buena pregunta, no creen.

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