sábado, 21 de enero de 2017

TONI ERDMANN


(Supongo que a estas alturas ya están un poco hartos de leer cosas sobre esta película. Pero no  me importa porque creo que es una de las mas interesantes de los últimos años)
Todo empieza con un perro muy viejo y un profesor de piano aficionado a las bromas. El profesor tiene una hija que siempre está hablando por el móvil. La hija vive en Bucarest, es una alta ejecutiva de una de esas empresas alemanas que se dedican a recomendar donde y cuanto hay que invertir; es decir, a quién y cuándo hay que despedir. En definitiva una tiburona de los negocios. El padre, en cambio, es un viejo hippie que aun cree en la felicidad y al que le duele la distancia que hay entre él y su hija. Cuando el viejo perro muere (y no desvelo gran cosa porque pasa al principio del film) el padre decide darle una sorpresa a su hija y se presenta en Bucarest. A Inés no le gusta mucho la llegada de Winifred, sobre todo porque la pone en ridículo con sus ricos amigos. Inés vive en una burbuja en esa ciudad post comunista y pre capitalista, completamente alejada de una realidad que le importa bien poco. El hecho de que el encuentro de Inés y su padre tenga lugar en la capital de Rumania no es fortuito: pone en evidencia las diferencias entre la Europa rica y la Europa pobre, la Europa que cuenta (Alemania) y la que no cuenta (el sur y el este), la Europa que decide y la que acata.
El contraste de culturas es también el contraste entre estos dos personajes. El padre representa una generación que se esforzó para que sus hijos tuvieran la seguridad y la independencia mental necesarias para lograr el éxito en su vida adulta; la hija es un buen ejemplo de una generación que ha escogido una vida muy alejada de los ideales de sus padres, apostando por un terreno mucho más conservador donde todo gira alrededor del rendimiento y el beneficio, es decir, los valores que Winfried, siempre ha despreciado. La diferencia entre ambos es insalvable. Y ahí aparece el estrafalario Toni Erdmann con sus bromas, sus dientes, su peluca y sus intromisiones, decidido a sabotear todas las convicciones de Inés empezando por una simple pregunta que descoloca a la mujer ¿eres feliz? A medida que la historia avanza, la hija se va despojando de cosas: ideas, prejuicios, ropa, hasta quedarse literalmente desnuda, dispuesta a empezar de cero; en cuanto al padre, después de esconderse bajo un enorme disfraz, aprenderá a aceptar a su hija tal como es.
Película incómoda, rara, divertida e irónica, Toni Erdmann es una comedia imprevisible y desconcertante. No sólo por la carga de profundidad subterránea contra una Europa que ha perdido el rumbo. Sobre todo, y eso es lo que me parece más interesante, por la tremenda modernidad del personaje de Inés, una especie de mujer que no vemos normalmente en el cine, un personaje que podemos clasificar de género "neutro", no actúa como un hombre, no se comporta como una mujer. Es irritante y desagradable y su actitud provoca una reacción inesperada en el espectador que no sabe bien como posicionarse delante de ella. (1)
No quiero acabar sin mencionar el cartel de la película. Casi nunca pongo carteles como ilustración de los post, pero este me encanta. La mezcla que se produce entre el rubio cabello y la maraña de pelos oscuros, es la síntesis perfecta de la historia. Una imagen que despierta la curiosidad. Encontrarse con un cartel y con una película así, hace que esto de ir al cine siga siendo apasionante.

(1) Hace un par de días, con motivo de la toma de posesión de Donald Trump, hablaba con una amiga de porque Hilary Clinton no consiguió ganar. Entre otras cosas, creo que fue porque Hilary también es una mujer “neutra” y eso no gusta a nadie y menos que nadie a las feministas militantes y a los machistas convencidos.

2 comentarios:

  1. Gracias Nuria por la crítica. Iré a verla.
    Ayer vi Franz (un cuento moral sobrio y recomendable en la Europa de hace un siglo) que también guarda relación con la crisis europea actual, en concreto la originada por la diferencia entre dos visiones: la globalizadora más humana y las nacionales, socialmente identitarias.
    Parece que entramos en una época en que el europeismo humanista tendrá que ser más activo... no queda otro remedio.

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  2. Fantástica la crítica, Nuria. Me encantó la película. No quise leer nada antes de ir a verla (difícil pero lo logré) para no tener ningún prejuicio y me sorprendió mucho. Los personajes, todos, están perfectamente trazados y Maren Ade logra ese difícil equilibrio entre el drama y la comedia. Sala llena.

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