miércoles, 3 de diciembre de 2014

CONFESIONES DE UN BANQUERO


(no es Frankfurt, es Berlín, pero es igual de frío y vacío)
A finales del mes de mayo pude ver en el DOCS Barcelona un documental titulado Master of the Universe/Confesiones de un banquero. Me impresionó mucho. No solo por la belleza abstracta y futurista de una ciudad de cristal, acero y hielo, dominada por el vacío y el silencio. Me impresionó porque su único personaje, Rainer Voss, era capaz de darnos una lección de economía que en palabras sencillas y muy asequibles explicaba cómo y porqué se llegó a la crisis financiera que se desencadenó en el año 2007 y de la que no hemos salido, ni saldremos pronto
Rainer Voss era un banquero alemán especializado en inversiones que en los años noventa consiguió ganar miles y miles de euros. También era uno de los pocos que se dieron cuenta de que aquello llevaba a la catástrofe, pero no era capaz de detenerlo: las empresas sin alma que controlan los  mercados internacionales pedían más siempre más. Tenías que ganar un 10% más cada año o te ibas a la calle. Más beneficio a costa de lo que fuera. Si te llevabas por delante una familia a la que arruinabas, una empresa a la que estafabas, un municipio al que robabas, no importaba. Lo único que valía era ganar más. Hasta  que todo estalló.
Marc Bauder consiguió que Voss, despedido hace unos años  y ahora retirado de cualquier actividad financiera, aceptara ser entrevistado en las instalaciones abandonadas y vacías del banco donde trabajaba. El escenario es escalofriante. Situado en el distrito financiero de Frankfurt, desde sus ventanales se observa una ciudad sin alma, sin gente, sin humanos. Una ciudad que vive hacia dentro, sin importarle nada de lo que suceda a esas pequeñas hormigas que rara vez se ven desde sus alturas. Las oficinas del banco ahora sin vida, los pasillos, el ascensor, las salas de reuniones con sus cables abandonados, aparecen ante nuestros ojos como un espectáculo de arqueología financiera. Ruinas de una manera de entender el mundo que lo llevó a una catástrofe anunciada.
He vuelto a ver el documental que se proyecta en distintas localidades el jueves 4 de diciembre dentro del ciclo del Documental del Mes y se estrena el próximo 8 de diciembre en la plataforma Filmin. Y me ha impresionado mucho más que la primera vez. Sobre todo por algo que en mayo, cuando se pasó en el DOCS, no era evidente y ahora sí: el brutal cambio de escenario que se ha producido en Europa, España y Catalunya en seis meses.
Voss empieza describiendo el paisaje que se ve desde las ventanas del alto edificio. Señala uno en concreto y explica: allí estaba el City Bank. Ahora ese edificio es propiedad del Bank of Communications de China. China. No lo perdamos de vista (1).  Pero lo más sorprendente no es el diagnóstico que hace de la crisis financiera y sus motivos, lo más inquietante es  la proyección de futuro que hace casi al final del documental.
La entrevista se filmó el invierno del 2012 al 2013. Cuando Voss habla concretamente de España, es francamente pesimista.  El país está en ruinas y vive en la depresión, afirma.  Para él, Europa se enfrenta a una situación donde los países del sur, Grecia, auténtico campo de experimentación para Alemania sobre los efectos de la austeridad económica, Portugal, España, Italia y Francia, deberán tomar medidas para no dejarse borrar del mapa por una Alemania cada vez más poderosa (2). Voss afirma que en estos países “la estructura social se hace migajas”. Para él, el futuro en esos territorios es negrísimo. Anuncia que habrá una nueva crisis, esta vez no financiera, sino política e ideológica porque hay mucha gente que está interesada en que el euro quiebre y desaparezca (3)  y prevé la aparición  y auge de partidos radicales de derecha o de izquierda que den salida a una indignación creciente.
Lo más interesante de esta visión en noviembre, es que este diagnóstico tan certero en ese momento, se ha hecho realidad. Lo que Voss explica cuando cuenta que todo empezó en los años ochenta con las políticas económicas de Reagan y Thatcher, (unidas al final de la guerra fría y la aparición del fundamentalismo islámico como enemigo principal, añado yo) es ahora una lección de historia superada por los acontecimientos.
Las elecciones europeas de mayo de este año, pusieron sobre el tapete fuerzas nuevas que se han llevado por delante la política tal como se ha venido entendiendo desde hace treinta años. Partidos y formaciones radicales de derecha, Marie Lepen,  los nacionalistas austriacos, o en el otro extremo, Podemos, han modificado el tablero (4). Pero el principal cambio que siento es que, a pesar de la crisis y de los problemas, de la negra situación de las clases medias en extinción, el pesimismo ha dejado paso a una especie de euforia. Hay una esperanza, una ilusión por conquistar algo. Que sea la independencia o la renovación del sistema, es lo de menos. Lo importante es que hay un horizonte hacia el que mirar. Eso, unido a una limpieza que ha hecho aflorar los casos de corrupción escondidos años y años, es el mayor cambio respecto al mundo que Voss diseñaba.
Desde este punto de vista Confesiones de un banquero se convierte en una lección indispensable de historia reciente  y un punto de partida para ir hacia adelante.

Aclaración.
Los números entre paréntesis hacen referencia a coincidencias de este diagnóstico con un curioso cortometraje de Fernando Trias de Bes que se exhibe con la película Diplomacia. Su título es La gran invención y en él se cuenta como un documento secreto de los nazis sentaba las bases para una unidad económica europea. El descubrimiento de este documento y su significado (los alemanes acabarán por ganar la tercera guerra mundial si no se lo impedimos) desencadena una serie de movimientos populistas en los países del sur de Europa que salen de la UE,  y poco después desaparece la propia UE. La historia se cuenta desde el año 2027 y el final es estremecedor. Sí, se ha acabado con la UE y su austericidio, pero los que han ganado han sido los chinos que controlan por completo el mundo. Si no vamos con cuidado Blade Runner no será solo ciencia ficción. El 2019 está ahí al lado y cada vez nos parecemos mas la sociedad que allí se describe.

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