martes, 30 de septiembre de 2014

DONOSTIA/SAN SEBASTIAN 5





(un jurado feliz paseando por La Concha. Sara Silveira, Juana Acosta y yo)
La última crónica del festival la voy a dedicar al cine Latinoamericano. El participar en el jurado de la sección Horizontes Latinos me ha permitido ver concentrado un buen número de películas producidas en Latinoamérica. Y de esta visión hay varias cosas que me parecen interesantes.

Una. La importancia de Europa en el desarrollo del cine latino. Diez de las 14 películas de la sección eran coproducciones con Europa. Está claro que el dinero se tiene que buscar en mil sitios y que la producción ha dejado de ser determinante de la nacionalidad. Son las historias y sus narradores los que le dan cuerpo a una identidad y en ese sentido, Argentina es sin duda el país dominante.

Dos. La vitalidad de las historias que se cuentan. El retrato colectivo que se obtiene de ver estas 14 películas es el de un continente que está creciendo en todos los sentidos. No solo por la calidad técnica y narrativa de sus films, sobre todo porque han dejado de ser miserabilistas. Me acuerdo muy bien los tiempos en que el cine latino estaba dominado por lo que se llamaba “historias de pobres”. Niños explotados, marginados de todo tipo,  narcos y delincuentes. Ahora no. Ahora el cine nos cuenta historias de gente que quiere salir adelante. Hay una evidente diferencia de clase, seguro. Pero una película como la colombiana Gente de bien, de Franco Lolli no se habría ni siquiera planteado hace unos años. O la preciosa aventura de Ciencias naturales, donde una niña busca a su padre sin mas deseo que el de conocerle. Esta ha sido una de las sorpresas  de este cine en el que esas clases medias bajas (pero no pobres ni miserables) y esas clases medias altas (pero no explotadoras ni dominantes) buscan caminos para convivir.

Tres. La presencia dominante de la figura del padre. En nueve de las catorce películas, la figura del padre era el motor de la historia. Padre ausente, padre que intenta comprender la vida, padre que ignora a los hijos, padre que tiene una doble familia, padre tolerante, padre que venga a su familia, padre que busca a una hija, padre/ogro que nunca se ve, recuerdo del padre. Seguramente algún psicoanalista podría hacer una lectura de esta presencia dominante del padre en tantas historias. Yo no me atrevo, simplemente la constato y me quedo con ganas de saber por qué.

Había muchas buenas películas, pero al final ganó la mexicana Güeros, de Alonso Ruizpalacios. De momento no voy a añadir nada mas a lo que argumentamos en la entrega del premio: "la osadía formal de su lenguaje cinematográfico y el humor al retratar la ciudad de México". Ojala algún distribuidor se atreva a comprarla.

DONOSTIA/SAN SEBASTIAN 4





(el festival navega a toda vela¡¡¡)

Más cine español
Escribo estas líneas en Barcelona, de vuelta del festival. Habría querido escribirlas allí, pero no encontré el momento de hacerlo con calma. Ahora desde aquí puedo reflexionar un poco sobre algunas cosas. En especial sobre el cine español que tan bueno ha resultado en esta edición. Aún recuerdo épocas en que las películas españolas eran abucheadas por la crítica y olvidadas por los jurados. Por suerte, eso ha cambiado. Y no precisamente porque el cine español tenga una mayor protección, sino, quizás, por todo lo contrario. La incertidumbre de las escasas ayudas oficiales ha hecho agudizar la imaginación para buscar el dinero por otros lugares sin perder nada de calidad. El cine español tiene un nivel competitivo muy alto y no desmerece nada al lado de otras cinematografías. Ahora hace falta que las autoridades sean conscientes de eso y dejen de humillarlo y que los mercados internacionales se abran claramente a sus propuestas.
Además de las tres películas de las que hablé en mi entrada anterior, vi tres películas españolas mas en el festival. Por orden de entrada en escena:
Lasa y Zabala, de Pablo Malo. Bienintencionada, con una postura política muy positiva de tirar adelante y cerrar heridas, la crónica judicial de este famoso caso que puso sobre la mesa de la actualidad el GAL, no deja de ser un telefilme bien hecho. Es una lástima que un tema como éste y con actores como Unax Ugalde o Francesc Orella no haya podido ir un poco más allá de la simple ilustración del proceso de investigación de la desaparición de Lasa y Zabala. Pero a pesar de eso, bienvenida sea esta propuesta de cine político sin revanchismos ni venganzas.
Magical Girl, de Carlos Vermut. Triunfadora del festival por méritos propios, el film consiguió la Concha de Oro a la Mejor Película y la Concha de Plata al mejor director. Me alegro por ellos, pero quizás habría estado bien reconocer algún otro trabajo y repartir un poco mas los premios. Pero los jurados son los jurados y hacen lo que les parece bien sin que nadie interfiera en sus decisiones. Dicho esto, solo me queda añadir que esta falsa primera película de Vermut (él dice que Diamond Flash era un experimento) es sin duda una de las apuestas mas estimulantes del cine español 2014. Todo encaja en este puzle de historias unidas por un personaje femenino (Bárbara Lennie está espléndida como la niña manipuladora y la mujer (auto)destructiva). Todo encaja, menos una pieza que se pierde en la calle y que es la que une el conjunto. Esa pieza que Vermut deja en manos del espectador para que la coloque donde cree que falta y complete así este relato de perversiones y deseos. Hay imágenes increíbles, Alicia, la niña enferma vestida de magical girl en la sala; la casa donde Bárbara se sumerge en el mal oculto. Hay momentos de una gran ternura, y momentos de un gran dolor. Hay una narración abierta. Sacristán borda ese personaje de hombre manipulado y Luis Bermejo llena de emoción el padre capaz de todo por cumplir el deseo de su hija. Magical Girl no es una película convencional, pero eso no quiere decir que no sea asequible y disfrutable para todo el mundo que sea capaz de dejarse llevar por una historia que esconde tanto como enseña.
Murieron por encima de sus posibilidades, de Isaki Lacuesta. No entiendo muy bien que ha pasado con esta película. No entiendo que críticos de cine que encumbraron a Torrente (film mucho peor en todos los sentidos) se hayan lanzado a la yugular de Isaki por hacer una comedia gamberra, divertida y gore. Quizás la explicación sea que de Segura no se podía esperar mas que una comedia basura en todos los sentidos y cuando la hizo todo el mundo se sintió confirmado en su idea. En cambio a Isaki Lacuesta, un director considerado exquisito, difícil, un autor en todo el sentido de la palabra, capaz de hacer films como Pasos Dobles o Los Condenados, no se le perdona que se haya atrevido a dar un giro de 180 grados y se haya metido de cabeza en una ácida comedia sobre la crisis y los deseos nada escondidos del ciudadano de a pie de matar a banqueros, especuladores y políticos con sus propias manos. En la proyección que yo estuve, el público se rió, aplaudió algunos discursos, sobre todo uno de Albert Pla y participó en todo momento de la broma colectiva que es el film. Con un elenco de actores impresionante en pequeños papeles y cinco protagonistas enloquecidos, este retrato de la España mas contemporánea, es sin duda uno de las películas mas transgresoras del año. Por su libertad en la producción y en la realización y por la crítica feroz a la sociedad que nos rodea. Pero la ha hecho Isaki y eso, señores, la crítica no lo perdona fácilmente. Yo si, yo me divertí y me sentí parte del espectáculo. Por eso la recomiendo y espero que pronto tenga un distribuidor que la haga llegar a su público natural. No me parece justo que la Banda de los Panda no consiga su espacio cuando Torrente ya va por la quinta entrega.

martes, 23 de septiembre de 2014

DONOSTIA/SAN SEBASTIÁN 3



( esta es la sección del festival en la que soy jurado)

He empezado a ver las películas que me corresponden como jurado, lo que implica que podré ver menos películas de las otras secciones. Pero de todos modos intentaré llegar al máximo que pueda. De momento, cinco apuntes de cine.

Apunte 1
Los sponsors. 
Sin ellos probablemente no se podrían hacer festivales como éste. San Sebastián cuenta con muchos sponsors, pero aquí solo quiero citar uno: Gas Natural Fenosa y lo hago porque han sido los promotores de una iniciativa muy interesante. Han encargado una serie de cortometrajes a directores españoles en los que la única condición era que se tratara de la energía de una u otra manera. Aquí se presentó el que ha dirigido Paco Plaza con Maribel Verdú y Julián Villagrán. Se titula Ultra violeta y en él han conseguido unir el ahorro de energía con un film de terror en el sentido más clásico. Una curiosidad muy divertida.

Apunte 2
Dorothy Arzner
La retrospectiva de este año está dedicada a una de las primeras mujeres directoras de la historia del cine, Dorothy Arzner. Una mujer en la industria de Hollywood, que hizo cine en la época dorada de los años 30. Sus películas son un soplo de aire fresco, con unas protagonistas femeninas que controlan su destino y sus vidas sin complejos. Decorados, vestidos elegantes, comedias que reflejan unos años en los que la gran depresión obligó a las mujeres a liberarse de muchos tabúes.  Y estrellas de toda la vida muy jóvenes y en películas pequeñas. Arzner no es Lubitsch. Pero no le hace ninguna falta serlo.

Apunte 3
Cine español 1 Los tontos y los estúpidos, de Roberto Castón. 
Segunda película del director de Ander, este film demuestra varias cosas. La primera que la falta de presupuesto se suple con imaginación; segunda  que si tienes buenos actores y un  buen guión puedes tirar adelante una película. Roberto tenía actores y guión pero no tenía presupuesto, asi que transformó lo que era un film mas o menos convencional en un experimento. Filmó en un plató y en tan solo doce días  la lectura del guión que tenía que ser su película. Los ensayos, la creación de los personajes entre el director y los protagonistas. El resultado es casi un documental de cómo se prepara un rodaje al mismo tiempo que deja abierto que cada uno decida quién es el tonto y quién es el estúpido.

Apunte 4
Cine español 2. La isla mínima de  Alberto Rodríguez. 
Es la primera película española a competición, se estrena este viernes. Alberto se consolida con esta historia ambientada en las marismas del Guadalquivir en el año 1980, como el mejor cronista de la Andalucía negra de la transición. Con una fotografía espectacular, convierte el paisaje de Cádiz en nuestro Nueva Orleans local y a la pareja de policías que investiga unas muertes terribles en nuestros particulares true detectives.

Apunte 5
Cine español 3 Loreak/Flores de  Jon Garaño y José Mari Goenaga. 
Segunda película española en competición. Rodada en San Sebastián tiene la enorme virtud  de no sacar ni un solo plano del mar. Esto solo ya es un acierto. Pero hay muchos más en este film contado desde el punto de vista de un muerto. Bueno esto no es tan claro, en realidad es la muerte de un personaje la que articula las tres historias que circulan en este cruce de flores. Delicada y al mismo tiempo oscura, los ramos de flores de Loreak conseguirán cambiar la vida de tres mujeres solitarias y perdidas. Excelente retrato de sentimientos contada con muy poco.


Hay más cosas, pero espero contarlas en una nueva crónica.

domingo, 21 de septiembre de 2014

DONOSTIA/SAN SEBASTIAN 2



(esto también es San Sebastián)
Ayer fue día de chicas. De mujeres. De distintas mujeres
La primera VIRGINIE. ¿Quién es Virginie? Virginie es David, y David es Romain Duris, el protagonista de la nueva película de François Ozon, Une nouvelle amie. Ozon es uno de los directores que mejor conoce el universo femenino. Sus personajes más interesantes son mujeres, e incluso ha hecho films donde solo hay mujeres. En este último trabajo, riza el rizo para convertir un hombre heterosexual  y sin ninguna tendencia homosexual, en una mujer elegante y sofisticada tanto como una madre entregada. Es un film desasosegante, es cierto, pero es una película que plantea una cuestión importante: ¿lo femenino tiene que ver con el sexo, o no necesariamente? Quizás lo único que le reprocharía a Ozon, y no en voz muy alta, es que se limite a una feminidad exterior, superficial, vestidos, pelucas, zapatos, uñas pintadas. Tal vez porque mostrar la auténtica esencia femenina es algo mucho más complejo y que tan solo apunta en algunos momentos.

La segunda ICIAR BOLLAIN. Iciar ha dirigido un documental que se titula En tierra extraña. Es, como todos sus trabajos, una película muy bien realizada, y con una sensibilidad enorme. Sus protagonistas son jóvenes que se han visto obligados a emigrar fuera de España para ganarse la vida. Gente preparada, con carreras universitarias que sin embargo aceptan trabajar de cualquier cosa en Edimburgo porque en España nadie les ofrece un puesto de trabajo digno. Hay dos cosas en esta película que me parecen interesantes. Una, el documental como pieza cinematográfica, bien construido, con un dispositivo (la palabra me la ha dado la propia Iciar) que funciona y con unos personajes que se ganan el corazón de los espectadores. La otra es el punto de partida. Y ahí tengo algo que decir.
No me gusta la idea de tierra extraña. ¿Por qué extraña? En la Europa de ahora mismo, esa que a muchos no gusta, pero a mi en particular me parece la única posibilidad de superar nacionalismos e incluso explotaciones y racismos, en esa Europa de todos, que una chica de Almería se vaya a trabajar a Edimburgo no debería parecernos una tragedia ni una drama. Forma parte de la evolución, de la curiosidad, del crecimiento. Pienso  en Estados Unidos, por ejemplo, donde la gente joven de cualquier estado, no tiene ningún problema en irse a vivir e Nueva York, a Los Ángeles, a Chicago o a Boston para buscarse la vida. Sabiendo que es difícil en todas partes, sabiendo que la explotación es generalizada, pero sabiendo también que moverse es bueno. El día que en Europa se llegue a tener esa sensación, dejaremos de sentir que por ir a otro país somos emigrantes o extranjeros. Inmigrante es el marroquí o el nigeriano que llega en una patera y se tiene que ganar primero de todo el derecho a que le dejen vivir. Estos jóvenes no son emigrantes de España, ni inmigrantes en Edimburgo. Son europeos buscando vivir mejor.
Otra cosa es que este país esté dándose el lujo imperdonable de perder a un generación de gente preparada, que los esté dejando marchar por su propia incompetencia y falta de visión de futuro. Cuando a lo que debíamos aspirar es a que vinieran a trabajar aquí profesionales de Alemania, de Suecia, de Italia, nos vemos obligados a mandar a nuestra gente a Edimburgo, Londres o Berlín. El problema no es irse a otro lugar, el problema es que no les hemos enseñado a hablar inglés o alemán (ni siquiera hemos sido capaces de enseñarles a hablar catalán o euskera que son idiomas propios), el problema es que no les hemos creado una idea de gran comunidad. Los estados nacionales son pequeños, limitados,  Europa aún está por construir. Y en esta construcción no podemos dejar que la idea de Europa se limite a una cuestión financiera o militar. Ni siquiera a una cuestión política. Es algo que nos pertenece a todos los habitantes de este inmenso y rico conglomerado de países, lenguas y culturas. Por eso no me gusta la idea de que irse a Escocia sea irse a tierra extraña. Yo quiero que sea la misma tierra y que tanto allí como aquí se trate con dignidad a nuestra gente joven (y a la que no es tan joven).



viernes, 19 de septiembre de 2014

DONOSTIA/SAN SEBASTIÁN 1


(aunque no lo crean, es Donostia)
P'tit Quinquin
No podía empezar mejor mi festival. Con una serie de televisión francesa dirigida por Bruno Dumont. Si,el de L'humanité, Claro que si recuerdan aquella asfixiante película, ya pueden imaginarse que no se trata de una serie muy convencional. Para nada. P'tit Quinquin sucede en los mismos paisajes que son su habitat natural, Normandía, los bunkers, las granjas, el mar. Hay asesinatos, muchos y muy extraños, casi tan extraños como el de la niña que desencadena la trama de L'humanité. Pero Dumont se ha hecho mayor y ha comprendido que para explicar algunas cosas el humor es muy útil. y por eso se ha inventado un nuevo género: el humor metafísico. Y ha creado una pareja de policías que pertenecen a la genealogía de los Dupont Dupont. Una mezcla imposible de Groucho Marx y Stan Laurel intentando descifrar que pasa en ese pequeño pueblo donde el diablo ha sentado su dominio. Tres horas que pasan volando, unos niños malhumorados, racismo y secretos. Dumont es capaz de crear imágenes insólitas (la vaca saliendo del bunker), situaciones absurdas (la misa de funeral es hilarante) y personajes inesperados. No se si alguna vez se podrá ver esta serie en cine o en televisión, pero desde aquí  emplazo a los distribuidores a comprarla si no lo han hecho ya. 

Hoy se inaugura San Sebastián y empieza mi trabajo como jurado de la sección Horizontes. Intentaré escribir cada día una impresión sobre lo que vaya pasando. La de hoy: sol, calor, sensación de felicidad en el ambiente, todo el mundo tranquilo y preparado a ver un montón de películas.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

MAI ÈS TAN FOSC




(justo antes del amanecer de hoy)
Dos documentales políticos coinciden en la cartelera de estos días. Los dos son reflejo de la realidad. Pero mientras uno se ha hecho con todas las subvenciones posibles, el otro se ha hecho sin ningún tipo de apoyo. Uno ha contado con todo el aparato de propaganda del gobierno para su estreno; el otro ha merecido unas líneas o un ligero comentario. La prueba fueron los pases de prensa. Uno concentró a montones de periodistas; el otro apenas convocó a media docena. El que casi no atrajo a nadie se titula Mai és tan fosc, lo ha dirigido Èrika Sánchez y está centrado en la figura de Arcadi Oliveres.
En fin, no se de que me extraño. Es completamente lógico que un personaje como Arcadi Oliveres no levante adhesiones en los círculos del poder. Es demasiado incómodo. Pero precisamente por eso es interesante escucharle. Incluso aunque no se esté de acuerdo con él en algunos temas, su discurso provoca la discusión y el pensamiento, no la doctrina y el seguidismo. Mai és tan fosc/Nunca es tan oscuro como justo antes de que salga el sol, dice un proverbio, creo que chino. Y es cierto, estamos viviendo uno de los momentos más oscuros de los últimos años, pero saldrá el sol. Seguro. Y mientras tanto vemos como el movimiento espontáneo de revuelta social que cuajó en lo que se ha llamado el 15 M. ha ido derivando hacia un sentimiento mas nacionalista; de la espontaneidad de sus manifestaciones, hemos pasado a la organización planificada; de la reivindicación de la abolición de los poderes dominantes, a la constitución de un nuevo elemento político en el tablero, Podemos. Este documental, que deja espacio a la vida privada y sus dolores y penas, es sin duda un testimonio único y privilegiado de un momento histórico. Junto con Ciutat morta, y por distintos motivos, pasará a formar parte de la memoria colectiva.

sábado, 13 de septiembre de 2014

ESCULPIR EL TIEMPO


(todos tenemos un principio de Boyhood. Este es el mio.)
Hay dos cosas que son muy difíciles de filmar: el tiempo y la vida. Los dos pasan,  fluyen, nunca están quietos. La vida es tiempo que discurre; el tiempo es lo que nos hace crecer. Richard Linklater es uno de los pocos directores de cine que conozco que es capaz de filmar este pasar, este fluir. Ya lo hizo en la trilogía Antes de… pero con Boyhood adquiere un grado de sutileza inimaginable. En el cine siempre pasan cosas, acciones, hechos, pensamientos, lo que sea. Siempre tiene que suceder algo que haga avanzar la historia. Si no, se corre el peligro de caer en el tedio. En cambio, en la vida no siempre pasan cosas. No siempre estamos viviendo hechos que determinan nuestra existencia. Al contrario. La mayor parte de nuestra vida la vivimos sin que haya nada importante. Eso es vivir. Los grandes acontecimientos que marcan un antes y un después suceden de vez en cuando. El resto es discurrir. Son estos tiempos en los que no hay nada reseñable los que ha sabido captar Linklater en este film que recorre doce años de la vida de una familia. Boyhood no es un documental sobre una familia, es una ficción sobre una falsa familia en la que un niño, Mason, y su hermana Samantha, crecen ante nuestros ojos. En tres horas los vemos pasar de niños pequeños a casi adultos. Y entre medio, la vida que deja su huella. Este era un experimento arriesgado. No solo económicamente. Lo era porque no se podía saber que iba a pasar con aquel niño. ¿Y si crecía gordo y lleno de granos? ¿Y si resultaba que a los 14 años decía que ya estaba bien de mirarle? ¿Y si…? Muchos y si… a los que se lanzaba el director con la convicción de estar haciendo un documento sobre el tiempo. Esculpir el tiempo. Así se titula un famoso libro de Andrei Tarkowski y así he titulado un largo artículo que he publicado en la revista on line Fuera de Series dirigida por Jorge Navas. Le agradezco a Jorge la oportunidad que me ha dado de escribir un texto extenso y muy elaborado sobre este film apasionante. Si alguien quiere leer algo mas sobre Boyhood, sin duda la mejor película del año, les dejo la dirección del artículo

 http://www.fueradeseries.com/esculpir-el-tiempo/

y la de la revista donde curiosamente en este número, todos los artículos están escritos por mujeres







viernes, 12 de septiembre de 2014

EL HOMBRE MAS AÑORADO



“Será larga la espera hasta que tengamos otro Philip”. Así termina la introducción que John Le Carré escribe en la edición de bolsillo de El hombre más buscado. Será larga, si, y probablemente nunca se encuentre otro Philip (Seymour Hoffman). Como nunca hubo otro Orson Welles, actor y personalidad de grandes dimensiones como el propio Philip. Vendrán otros actores, aparecerán otras figuras. Pero no serán lo mismo. Le Carré conoció al actor en el rodaje de El hombre más buscado y desde que le vio pensó que era perfecto para hacer de Smiley en una versión distinta a la de Alec Guinness o Gary Oldman. Un Smiley mas desencantado, mas marginal, mas oscuro. Nunca sabremos si lo habría podido hacer o no. Lo que si sabemos es que encarna con una coherencia absoluta a Günther Bachmann, ese jefe de espías de baja densidad que se mueve en el terreno de lo ilegal y que sostiene que es mejor infiltrase y conocer a tu enemigo que atacarlo abiertamente. Günther es el motor, el centro de esta película real como la vida misma, donde la moral (aunque sea una moral de espías) ya no tiene cabida. El hombre más buscado es sin duda una de las mejores adaptaciones que se han hecho nunca de una novela de Le Carré. Y en cuanto a que hablen inglés siendo todos alemanes, me permito decir que no creo en la verosimilitud idiomática, pero si en la verosimilitud del lenguaje. Y en este caso, esa verosimilitud era con el texto en inglés de Le Carré. En ese mismo prólogo Le Carré habla de la forma de hablar de Philip Seymour Hoffman y dice: “No conocía a ningún alemán que hablara así. Hacía algo raro con la boca, una especie de mohín. Parecía besar las frases mas que pronunciarlas. Luego, gradualmente, consiguió lo que solo los grandes actores consiguen. Logró que su voz fuese la única voz auténtica: la aislada, la excepción, aquella en la que uno se apoyaba en medio de todas las demás. Y cada vez que esa voz, como el gran hombre en persona, abandonaba el escenario, esperabas su regreso con impaciencia y creciente inquietud”. Si quieren disfrutar de esta sensación, vean la película en Versión Original por favor.

sábado, 6 de septiembre de 2014

DOS HOMBRES SABIOS



(todo empieza siempre en el agua...)

Son hombres, son sabios, son viejos y saben pasárselo bien. Uno lo encontramos detrás de la cámara, al otro lo descubrimos delante.

Clint Eastwood y Jersey Boys
El que está detrás tiene una larga historia. Se llama Clint Eastwood y ha recorrido un largo camino hasta llegar a estos espléndidos 84 años. Es viejo, pero no se siente viejo y reivindica su derecho a seguir haciendo cine, que es lo que le gusta. Su último trabajo acaba de estrenarse, se llama Jersey Boys. No es una gran película, no es la mejor de Eastwood. Pero si es uno de esos films que se ven con agrado y se tararean durante un buen rato. El guión adapta un musical de éxito que cuenta la historia de los Four Seasons y Frankie Valli, un grupo muy famoso a finales de los 50 y primeros 60, antes de la irrupción de los Beatles. Eastwood es un maestro adaptando el lenguaje de sus películas a las historias que cuenta, y en este caso, construye todo el film como un conjunto de singles que se pueden escuchar aislados unos de otros, pero todos juntos forman un magnífico LP. Creo que Eastwood se merece un libro que estudie bien las relaciones que establece con los géneros que revisita en cada uno de sus films: el western, el melodrama, el cine negro, el musical,… que fuera analizando como incorpora los elementos que identifican un género y los hace suyos. Jersey Boys es en ese sentido ejemplar. No es un film de la mafia; no es un film de amigos. Es una película sobre como se hace un disco de canciones pegadizas. Tan pegadizas que al llegar a casa, al menos yo, busqué inmediatamente en Youtube a los Four Seasons originales y me sorprendí pensando que me gustaba mas John Lloyd Young haciendo de Frankie, que el propio Frankie.

Garrell en Sobre la marxa
El hombre viejo y sabio… y divertido que está delante de la cámara, se llama Josep Puijula, mas conocido como Garrell. Nos lo descubre Jordi Morató en un documental inclasificable que en catalán se llama Sobre la marxa y en castellano El inventor de la jungla.  Los dos títulos le van como un guante a este insólito personaje y su ingente y poderosa (y hermosa) labor de constructor indomable. Durante  años Garrell ha ido construyendo auténticas ciudades de madera en medio del bosque. Con cabañas, torres, puentes, laberintos. Lo hacía porque quería, porque era feliz haciéndolo y porque era una forma clara de desafiar al “Hombre civilizado” que una y otra vez se ha empeñado en destruir su obra. El documental utiliza un material extraordinario, las películas del “Tarzan de Arguelaguer” que durante varios veranos filmó un adolescente amigo del arquitecto de la jungla, films llenos de ingenuidad y gracia. Cuando Morató conoce a Garrell, este ya ha destruido su obra dos veces. La primera por la intolerancia y la estupidez de la gente que no entendía lo que hacía y se dedicaban a romper sus construcciones. Al final, harto de todos, fue él mismo el que las quemó. La segunda, una edificación mucho más sofisticada que le valió un documental sobre su obra por parte de una artista norteamericana, tampoco sobrevivió. La construcción de una autopista le obligó a derribar el complejo laberinto de torres que había levantado. La tercera vez,  ya filmado por Morató, la quema de un mundo complejo y único se produce por culpa de la burocracia que todo lo uniformiza. El ayuntamiento decidió que “el laberinto del bosque no tenía salidas de emergencia” y le obligó a cerrarlo a la gente que iba allí a verlo, a jugar con él, a disfrutarlo. Lo que mas me gusta de esta historia es el espíritu con el que este hombre se enfrenta a la construcción y a la destrucción de sus obras. Se trata de hacer sobre la marxa, lo que toque hacer, y disfrutarlo en cada momento. Garrell juega y se lo pasa bien construyendo, pero juega y se lo pasa bien, quemando. El agua fue su primer motor, todo empezó porque quería hacerse una poza para bañarse en el río y construyó una presa que fue creciendo, creciendo. El fuego es su último motor. Todo acaba quemado. Aunque en realidad no podemos decir que se haya destruido, desaparece si, pero renace. La rauxa de vivir sigue siendo  la única razón de seguir sobre la marcha, inventado junglas. Eulalia Iglesia en una crítica define este personaje como héroe herzoguiano. Tiene razón, Werner Herzog debería conocer a Garrell. Están hechos de una pasta parecida. Aunque el “Tarzán de Arguelaguer,” tiene mas sentido del humor.

2
El protagonista de El amor es un crimen perfecto, también es un hombre. Pero ni es viejo, ni es sabio, y tampoco es divertido. Eso si, es un excelente actor. Mathieu Amalric es capaz de darle misterio y ambigüedad al turbio personaje de un profesor de literatura atrapado entre tres mujeres vivas y el fantasma de una mujer muerta. Todo enmarcado en un paisaje blanco y silencioso, unas montañas de cuento de hadas y una universidad que parece sacada de una fantasía futurista.  



(... y termina siempre en el fuego)
(las dos fotos son de Ramon Herreros, tomadas en San Juan en el Valle de Arán)