El 31 de
diciembre del 2012 escribí este texto en mi blog:
“No hay proyecto nacional sin proyecto social y no hay
proyecto social sin proyecto nacional”. Son palabras de Artur Mas, President de
la Generalitat de Catalunya. Desde la gran manifestación del 11 de septiembre,
estos dos conceptos se han unido en el discurso independentista. Lo nacional y
lo social se ha puesto de moda en los argumentos de políticos, tertulianos o
periodistas. Y yo, la verdad, no puedo dejar de sentir un escalofrío que me
recorre la espalda cada vez que las oigo o las leo.
Nacional
socialismo es, si mi memoria no se equivoca, la definición del nazismo en
estado puro. Hitler y sus adláteres invocaban el nacionalsocialismo para salvar
Alemania de las amenazas reales o inventadas. Y a eso suenan esas dos palabras
juntas: a exclusión de los diferentes, los no afines, los no leales, los no
“nacionales”; a un uso inmoral de la palabra “social” para justificar la
pérdida de bienestar y reivindicar los derechos de unos pocos y los deberes de
unos muchos.
No creo que nadie de los que se llenan la boca
con estas dos palabras unidas, ya sea en esta orilla del Ebro o en la
orilla de enfrente, se haya parado a reflexionar en lo que su unión simboliza.
O al menos eso espero, porque si las usan sabiéndolo, el nuevo año será
realmente malo, muy malo.
Bueno, pues ya
empieza a ser malo.
Dos noticias de
ayer y hoy han hecho que de nuevo un escalofrío recorra mi espalda y me entren
sudores fríos.
Una,
aparentemente banal, la anunció Isona
Pasola, presidenta de la Academia de Cine Catalán. Si no
fuera tan miserable sonaría a chiste.
La Generalitat evalúa la posibilidad de
aplicar una tasa para financiar la industria del cine catalán, que podría ser
de 6 a 10
euros al año por familia. La
Generalitat tiene muy avanzado un proyecto para establecer una tasa, que podría
aplicarse sobre Televisió de Catalunya (TV3) en concepto de disfrute del espacio público
televisivo. Por otra parte,
tenemos que abrirnos a nuevas formas de distribución y exhibición, añadió. El impuesto podría ser un
modelo similar al impuesto por ver la televisión pública en otros países
europeos en los que se cobra una tasa anual.
¿Los ciudadanos
de este país vamos a tener que pagar el “cine catalán” con un impuesto
especial, solo por el patriotismo? Que yo sepa el cine es una industria privada
que los gobiernos (de cualquier país) consideran parte de la cultura y por eso
lo apoyan y subvencionan (como hacen con las patatas o los zapatos si me
apuran, pero no como hacen con otros estamentos de la cultura a los que se
margina sin mas contemplaciones). Bueno, pues a partir de ahora, los catalanes
y catalanas tendremos que pagar una tasa para que exista cine catalán. En
catalán, supongo, y hecho por catalanes que demuestren pureza de sangre y no
estén contaminados, supongo.
Y esto me sirve
para referirme a la segunda noticia. Esta es más importante, mas seria y desde
luego mucho mas peligrosa. Está en El País de Catalunya del 4 de julio 2013.
Mas
crea un registro que le permitirá recabar apoyos al plan soberanista
El registro permitirá recabar abundante
información personal de los ciudadanos, como nombre y apellidos, número de DNI,
teléfono, dirección postal y correo electrónico. También el sexo y la fecha de
nacimiento. Aunque estos datos se guardarán en secreto, el Gobierno sí se
reserva el derecho de hacer público el nombre de las personas inscritas en este
registro. También de tratar los datos recabados para obtener información
estadística.
Glups¡¡¡¡
La palabra adhesión ya me
pone los pelos de punta. Pero lo peor no es otorgar al Gobierno de CIU la
posibilidad de usar como le de la gana TODOS los datos
personales de los que se adhieran al
movimiento (perdón, al soberanismo). No, lo peor es que intuyo que los que no
estén adheridos a ese movimiento (ya no pido perdón) se verán inmediatamente
excluidos, por ejemplo, de disfrutar de la tasa sobre el cine para hacer sus
películas.
De ahí a que nos pongan una estrella cuatribarrada a los que
no nos adhiramos a sus propuestas, hay un paso muy pequeño.
No se si habrá mas noticias del Nacional Social… en los
meses venideros. Espero que no. Quiero demasiado este lugar en el que vivo para
quedarme con los brazos cruzados viendo como lo destruyen. Unos y otros, que
aquí hay nacionales de todos los bandos.