lunes, 15 de julio de 2013

¿QUIEN CONTROLA?



The East , Zal Batmanglij, podría ser el piloto de una serie de espías variante infiltrados. Pero no dejaría de ser una mas de las muchas que ha habido y hay, si solo se quedara en eso. Si The East es un buen hilo para tirar no es por su protagonista, Britt Mailing, la esforzada espía, ni mucho menos por el colectivo eco terrorista llamado The East, un grupo de boys scouts creciditos que aun juegan a la botella y los besos entre atentado y atentado a los malvados que destruyen el planeta. No,  si este film, entretenido y con una pequeña carga de denuncia, es interesante es por la empresa que dirige la fría e implacable Sharon es decir Patricia Clarkson. Una agencia privada de seguridad dispuesta a hacer lo que sea para proteger a sus clientes, sin importarles demasiado la legalidad o ilegalidad del asunto.

Hay una secuencia que me puso los pelos de punta. Sarah, la agente infiltrada en The East, ha descubierto cual será su próximo objetivo y corre a decírselo a su amada jefa, Sharon. Pero Sharon le responde con total tranquilidad. “¿Y?” “¿Cómo que Y?” pregunta Sarah asombrada. La respuesta es mas o menos “No son clientes nuestros”. Es brutal, de repente te das cuenta de que ya pueden el FBI, la CIA, la NSA, la KGB o lo que tengan los chinos, espiar y dejarse espiar. Los que de verdad tienen la capacidad de control son estas superagencias privadas que no rinden cuentas a nadie. El Dr. No puesto al día.  ¿Para cuando una serie sobre una de estas agencias? No sobre sus espías en el terreno, sobre su funcionamiento interno, su financiación, sus contactos... Aaron Sorkin, ¿te atreves?

domingo, 7 de julio de 2013

EL MIEDO DEL DIRECTOR AL FINAL FELIZ




(seguro que este retrato le habría gustado a Virgil)
De los estrenos de esta semana destaco uno por encima de todos: La mejor oferta  de Giuseppe Tornatore. Tornatore no es un santo de mi devoción. Más bien me molesta su tono dulzón y condescendiente. Pero esta vez reconozco que su película me ha gustado. Bastante. Sobre todo la primera mitad con ese personaje enigmático que disfruta de los retratos femeninos de todos los tiempos y siempre lleva guantes.  Quizás porque prefiere imaginar a tener; quizás porque prefiere enamorarse de mujeres que no pueden responderle ni, cosa importante, mirarle o tocarle, acaba prendado de una voz detrás de una pared. La voz de una joven a la que nunca ve.
La historia tiene varios giros interesantes, previsibles algunos, sorprendentes otros. Pero lo que justifica el largo título de esta entrada es el final. No voy a desvelar nada. Simplemente decir que a mi me habría gustado que Tornatore hubiera tenido el valor de un final feliz (no digo que el que hay no lo sea).
Y eso me lleva a reflexionar sobre los finales que, casi siempre, si no es una comedia, suelen ser trágicos o tristes. Hace unos días un chiste de Jordi Labanda en La Vanguardia mostraba a una chica con una camiseta que ponía algo así: “La felicidad es lo mas revolucionario que hay”. Me hizo gracia porque yo también pienso que en estos momentos, enfrentarse a la situación que nos envuelve con un ánimo positivo es una de las pocas defensas que tenemos los ciudadanos.

Por eso reivindico los finales felices (no siempre ni en todo) pero si en algunas ocasiones en las que un final feliz puede ser mas interesante y arriesgado que un final previsiblemente malo. 

jueves, 4 de julio de 2013

NOTICIAS DEL NACIONAL SOCIAL…

El 31 de diciembre del 2012 escribí este texto en mi blog:
 “No hay proyecto nacional sin proyecto social y no hay proyecto social sin proyecto nacional”. Son palabras de Artur Mas, President de la Generalitat de Catalunya. Desde la gran manifestación del 11 de septiembre, estos dos conceptos se han unido en el discurso independentista. Lo nacional y lo social se ha puesto de moda en los argumentos de políticos, tertulianos o periodistas. Y yo, la verdad, no puedo dejar de sentir un escalofrío que me recorre la espalda cada vez que las oigo o las leo.
Nacional socialismo es, si mi memoria no se equivoca, la definición del nazismo en estado puro. Hitler y sus adláteres invocaban el nacionalsocialismo para salvar Alemania de las amenazas reales o inventadas. Y a eso suenan esas dos palabras juntas: a exclusión de los diferentes, los no afines, los no leales, los no “nacionales”; a un uso inmoral de la palabra “social” para justificar la pérdida de bienestar y reivindicar los derechos de unos pocos y los deberes de unos muchos. 
No creo que nadie de los que se llenan la boca con estas dos palabras unidas, ya sea en esta orilla del Ebro o en la orilla de enfrente, se haya parado a reflexionar en lo que su unión simboliza. O al menos eso espero, porque si las usan sabiéndolo, el nuevo año será realmente malo, muy malo.

Bueno, pues ya empieza a ser malo.
Dos noticias de ayer y hoy han hecho que de nuevo un escalofrío recorra mi espalda y me entren sudores fríos.
Una, aparentemente banal, la anunció Isona Pasola, presidenta de la Academia de Cine Catalán. Si no fuera tan miserable sonaría a chiste.

La Generalitat evalúa la posibilidad de aplicar una tasa para financiar la industria del cine catalán, que podría ser de 6 a 10 euros al año por familia. La Generalitat tiene muy avanzado un proyecto para establecer una tasa, que podría aplicarse sobre Televisió de Catalunya (TV3) en concepto de disfrute del espacio público televisivo. Por otra parte, tenemos que abrirnos a nuevas formas de distribución y exhibición, añadió. El impuesto podría ser un modelo similar al impuesto por ver la televisión pública en otros países europeos en los que se cobra una tasa anual.

 ¿Los ciudadanos de este país vamos a tener que pagar el “cine catalán” con un impuesto especial, solo por el patriotismo? Que yo sepa el cine es una industria privada que los gobiernos (de cualquier país) consideran parte de la cultura y por eso lo apoyan y subvencionan (como hacen con las patatas o los zapatos si me apuran, pero no como hacen con otros estamentos de la cultura a los que se margina sin mas contemplaciones). Bueno, pues a partir de ahora, los catalanes y catalanas tendremos que pagar una tasa para que exista cine catalán. En catalán, supongo, y hecho por catalanes que demuestren pureza de sangre y no estén contaminados, supongo.

Y esto me sirve para referirme a la segunda noticia. Esta es más importante, mas seria y desde luego mucho mas peligrosa. Está en El País de Catalunya del 4 de julio 2013.

Mas crea un registro que le permitirá recabar apoyos al plan soberanista

Los ciudadanos y entidades que comulguen con los proyectos del Gobierno de CiU podrán comunicarle su adhesión firmando en un registro oficial que pondrá en marcha la propia Generalitat. La iniciativa consta en una Orden publicada en la página web del departamento de la Presidencia por el que se procede a crear el llamado “registro de adhesiones a las políticas impulsadas por el Gobierno de la Generalitat”.La medida, inédita según varios expertos consultados, estará lista a finales de este año o a comienzos de 2014, justo cuando expira el plazo que CiU y ERC se han dado para tener listos los mecanismos para facilitar algún tipo de consulta de autodeterminación.
El registro permitirá recabar abundante información personal de los ciudadanos, como nombre y apellidos, número de DNI, teléfono, dirección postal y correo electrónico. También el sexo y la fecha de nacimiento. Aunque estos datos se guardarán en secreto, el Gobierno sí se reserva el derecho de hacer público el nombre de las personas inscritas en este registro. También de tratar los datos recabados para obtener información estadística.
Glups¡¡¡¡
La palabra adhesión ya me pone los pelos de punta. Pero lo peor no es otorgar al Gobierno de CIU la posibilidad de usar  como le de la gana TODOS los datos personales de  los que se adhieran al movimiento (perdón, al soberanismo). No, lo peor es que intuyo que los que no estén adheridos a ese movimiento (ya no pido perdón) se verán inmediatamente excluidos, por ejemplo, de disfrutar de la tasa sobre el cine para hacer sus películas.
De ahí a que nos pongan una estrella cuatribarrada a los que no nos adhiramos a sus propuestas, hay un paso muy pequeño.


No se si habrá mas noticias del Nacional Social… en los meses venideros. Espero que no. Quiero demasiado este lugar en el que vivo para quedarme con los brazos cruzados viendo como lo destruyen. Unos y otros, que aquí hay nacionales de todos los bandos.

martes, 2 de julio de 2013

BICICLETAS DE VIDA


(por una vez el dibujo es mio y no de Ramón)
Hace casi 25 años los cineastas iraníes descubrieron que los niños eran una excelente excusa para hablar de los problemas de Irán sin que, aparentemente, nadie se diera cuenta. Kiarostami, Panahi, Ghobadi, todos recurrieron a los niños y de esta forma pudimos descubrir un cine distinto y un país terrible. La directora saudí Halfaa Al Manssur, ha aprendido esa lección. Por eso en La bicicleta verde, film importante por  razones ajenas al propio producto, ha decidido que su protagonista sea una niña y el objeto de su búsqueda una cosa tan supuestamente banal como es tener una bicicleta, algo totalmente normal en cualquier otro lugar del mundo.
Los motivos extra cinematográficos del valor de La bicicleta verde son básicamente uno: es la primera película saudí dirigida por una mujer (no olvidemos que en Arabia las mujeres aún no pueden conducir un coche ni comprar un piso). Este hecho, que en otras sociedades ha dejado de ser noticia, en Arabia Saudí adquiere una relevancia especial.  Porque además, La bicicleta verde es una película que habla de mujeres. La primera, su encantadora protagonista, Wadjda una niña de 10 años que está dispuesta a conseguir una bicicleta (prohibida para las niñas) para competir con su amigo Abdulah. Que el camino para conseguir el dinero y poder comprársela sea ganar un concurso sobre el Corán y su lectura más fundamentalista, no deja de ser una divertida manera de burlar al burlador. Esta anécdota minúscula le sirve a la directora para mostrar sin estridencias ni denuncias salvajes la situación de inferioridad y desprecio de las mujeres en esa sociedad opulenta encarnada en el personaje de la madre como víctima y el de la directora de la escuela (tan parecida a las viejas militantes de la Sección Femenina) como perfecto ejemplo de lo que Hannah Arendt denominada “la mediocridad del mal”. 
Film tan pequeño como su anécdota, tan grande como sus intenciones, La bicicleta verde es la prueba de que se puede decir mucho con muy poco. Y además hacer una película divertida.


(la película de Linklater me ha hecho pensar en este dibujo de Ramon)

2

No quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar Antes del anochecer, tercera entrega de la vida de pareja de Jesse y Céline, es decir de Ethan Hawke y Julie Delpy, dirigida por Richard Linklater. Desde aquí lanzo la idea a algún exhibidor de pasar las tres películas seguidas: Antes del amanecer, donde los conocimos como veinteañeros llenos de ilusiones; Antes del atardecer, donde los reencontramos ya adultos; y esta Antes del anochecer, en la que viven su primera gran crisis de crecimiento como pareja indisoluble. Ligera, suave, rohmeriana y bergmaniana a la vez, el film anuncia una posible cuarta entrega que debería tardar mas de los ocho o diez años de rigor. Una cuarta entrega que debería llamarse Después del día donde nos reencontremos con Jesse y Céline con 60 años reflexionando sobre su vida.