lunes, 31 de diciembre de 2012

FIN (DE AÑO)


(este dibujo de Ramón me sirve para despedir un año complicado y para esperar que el próximo sea un poquito mejor)
“No hay proyecto nacional sin proyecto social y no hay proyecto social sin proyecto nacional”. Son palabras de Artur Mas, President de la Generalitat de Catalunya. Desde la gran manifestación del 11 de septiembre, estos dos conceptos se han unido en el discurso independentista. Lo nacional y lo social se ha puesto de moda en los argumentos de políticos, tertulianos o periodistas. Y yo, la verdad, no puedo dejar de sentir un escalofrío que me recorre la espalda cada vez que las oigo o las leo.


Nacional socialismo es, si mi memoria no se equivoca, la definición del nazismo en estado puro. Hitler y sus adláteres invocaban el nacionalsocialismo para salvar Alemania de las amenazas reales o inventadas. Y a eso suenan esas dos palabras juntas: a exclusión de los diferentes, los no afines, los no leales, los no “nacionales”; a un uso inmoral de la palabra “social” para justificar la pérdida de bienestar y reivindicar los derechos de unos pocos y los deberes de unos muchos.

No creo que nadie de los que se llenan la boca con estas dos palabras unidas,ya sea en esta orilla del Ebro o en la orilla de enfrente, se haya parado a reflexionar en lo que su unión simboliza. O al menos eso espero, porque si las usan sabiéndolo, el nuevo año será realmente malo, muy malo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

INFANCIA



(aún hay niños felices)
Asistir a un pase de prensa tiene algunas ventajas. Una de ellas, si sabes escuchar, es ver cosas que no habías descubierto por ti mismo. Eso me pasó con Infancia clandestina. De entrada tengo que decir que no me gusta esta película, no me gusta esa música de piano insistente y omnipresente en los momentos mas inoportunos. Pero eso no quiere decir que no sea una buena película. No me canso de explicar a mis alumnos que una cosa es el “me gusta o no me gusta” y otra es el “está bien o está mal”. Y esta Infancia clandestina está bien. Lo está por algo que me hizo ver una charla postcine: porque nunca pierde el punto de vista. Y esto, no solo es muy difícil de mantener, también es muy difícil de justificar. En ningún momento perdemos la mirada de Ernesto/Juan, un niño de once años obligado a vivir una vida ficticia, dejando de lado sus anhelos y deseos de niño, su primer amor, sus ganas de vivir normalmente. Los niños fueron los grandes perdedores de la violencia setentera del cono sur. O bien se quedaron sin sus padres, muertos y desaparecidos; o bien fueron abandonados por sus padres, mas ocupados en hacer la revolución que en cuidarse de ellos. Unos y otros, todos perdieron. Infancia clandestina cuenta ésto muy bien y por eso, a pesar del horrible piano, pienso que es una película que hay que ver.
(una acotación)
Me pregunto si alguien hiciera una película dentro de 25 años sobre un niño barcelonés de ahora mismo como sería. ¿Sería el director capaz de mantener el punto de vista de un chaval de once años alucinado entre el desahucio de sus vecinos; su abuela enferma que no puede operarse porque no hay quirófanos; su hermana pequeña sin comida en la guardería; su padre en el paro y su madre cobrando cada vez menos porque es funcionaria? Mientras los que se suponen mandan, unos se dedican a buscar fechas para algo remoto, inútil e incomprensible, en lugar de arreglar las cosas mas inmediatas y necesarias;  y otros se empeñan en algo tan absurdo como impedir que le enseñen en su lengua en el colegio en lugar de hacer que la enseñanza, simplemente, sea mejor? Creo que ese hipotético niño, salvando todas las distancias, estaría tan traumatizado como el pobre Juan.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

MATRIX 2

Ayer en la entrada de Matrix, me dejé un elemento fundamental para crear ese simulacro de vida en el que vive una parte de nuestra clase dirigente: los medios de comunicación, grandes cómplices en este engaño colectivo destinado a anestesiar la sociedad con disputas absurdas sobre naciones, banderas, idiomas, diferencias, para que no se ocupen de cosas que realmente importan: vivir, trabajar, crear, disfrutar. Disfrutar es una palabra que casi no se usa. Le preguntas a alguien como está y la respuesta varía muy poco entre el mal, mas o menos o ir tirando. Poca gente, aparte de los jugadores del Barça, está realmente feliz. Ni los ricos lo están porque viven acojonados por perder lo que tienen o porque los pillen en una corrupción . En este panorama, los tertulianos especialmente, pero también los columnistas de opinión, estan jugando un papel lamentable como voceros de los que habitan en ese Matrix miserable y mediocre.

martes, 18 de diciembre de 2012

MATRIX



(Ramón pinta universos mas armoniosos que el que nos rodea) 
Esta  no es una entrada de cine, aunque el título lo parezca. Estos días ha salido en la prensa una noticia que ha pasado casi desapercibida, pero que a mi me ha dejado una sensación inquietante. Científicos americanos de renombrado prestigio, es decir gente considerada seria en el mundo de la investigación, empiezan a pensar que nuestro universo no es mas que un Matrix soñado o imaginado por una supermáquina que lo controla todo.  Es una idea espeluznante. Por un lado, abre un sinfin de posibilidades a la imaginación que quiera sacar partido de esta idea; por otro lado, provoca una especie de sensación de derrota total: si todo esta ya “diseñado” ¿para que luchar? ¿para que intentar salir adelante? ¿para qué esforzarse en vivir mejor, en crear algo bello? Si nuestro mundo, tal como lo conocemos no es mas que el simulacro de otro mundo inventado, no se que hacemos aquí. Es una idea tan peligrosa como apasionante.
Pero dentro de este Matrix global en el que la humanidad pretende que tiene capacidad de decisión, hay otro Matrix mas cercano que me aterroriza tanto o mas que este. Entre otras cosas porque lo padecemos en nuestro día a día. Es el Matrix en el que parecen vivir nuestros políticos y dirigentes mundiales, estatales, locales. TODOS. No hay un solo político, o un solo economista o un solo banquero que no habite un mundo que no existe mas que para ellos, preocupados de problemas estúpidos y vacíos que son cortinas de humo para que no se vea realmente lo que están haciendo con esta sociedad. Destruirla pasito a pasito, acabar con todas las conquistas sociales de un siglo de luchas, demostrar que en realidad no somos mas que hormigas al servicio de una GRAN HORMIGA que ha decidido que no tenemos derecho a nada.
Este Matrix cotidiano es agotador y acaba con la moral y la energía de cualquiera. Pienso que si de verdad hay una mente superpotente que ha inventado este universo en el que se supone vivimos, debería replantearse su obra: lo ha hecho francamente mal.

(Este es el enlace a una de las muchas noticias que explican esta teoría)
http://noticias.universia.net.mx/ciencia-nn-tt/noticia/2004/12/01/114482/afirman-cientificos-vivimos-matrix.html

domingo, 16 de diciembre de 2012

SINAIA, VOLAR, OXIDO, HUESO



(mis padres en México, mayo de 1940)
SINAIA
Mis padres se conocieron en México. Mi padre llegó primero, en el barco Sinaia; mi madre llegó un poco mas tarde, en el Mexic. Una madrileña y un catalán se enamoraron en Veracruz y construyeron su vida juntos en un país nuevo. Estos días se ha estrenado, al menos en Barcelona, un documental titulado Sinaia, que recuerda el viaje de ese primer barco de refugiados españoles. Lo ha dirigido Joan López Lloret. Como son muy pocas las imágenes de la época, Joan ha recurrido al testimonio sonoro de los escasos supervivientes de aquella aventura. Para mi es muy emocionante escucharlos. Para los que no tienen una relación sentimental con ese barco, el documental es, antes que nada, una muestra de memoria histórica desde el presente.



(desde un avión)
VOLAR
Estamos acostumbrados a ver imágenes de academias militares norteamericanas, casi siempre en ficciones más o menos críticas. Pero nunca, NUNCA, habíamos visto imágenes de una auténtica Academia Militar española. La frontera entre la ficción y el documental es en este film de Carla Subirana el elemento fundamental. Lo que vemos es la realidad, (aunque sea manipulada por el punto de vista de la realizadora). Los cadetes que el film retrata a lo largo del tiempo que dura su formación, son completamente reales. La directora se convierte en uno mas entre un grupo de jóvenes recién ingresados en la Academia de San Javier en Murcia, y los sigue en su aprendizaje hasta que estos mismos jóvenes salen convertidos en pilotos del ejército del aire. Subirana no entrevista a nadie, no da la voz en primera persona a ninguno de sus aliados en esta aventura, de hecho no sabemos ni como se llaman. El documental los observa en su vida cotidiana, en sus momentos de duda, los sigue en sus avances y logros y los respeta de una manera absoluta. Las ficciones tienden a dramatizar la vida militar, Volar, la desdramatiza y la acerca a la normalidad. Documentales como este son absolutamente imprescindibles y necesarios, sobre todo si, además, son interesantes y sorprendentes desde un punto de vista estrictamente cinematográfico.
(critica publicada en la web de Fotogramas)


(sombras)
DE OXIDO U HUESO
Hay una cosa que me gusta mucho en este nuevo film de Audiard: su carácter de sombra de algo que no vemos. Parece que el director quiera darnos una pista de eso cuando en los primeros diez o quince minutos del film, nos muestra la sombra de su protagonista en el suelo iluminado por el sol. Efectivamente,  Ali es una sombra que busca un cuerpo: de óxido o de hueso. Y lo acaba encontrando en la mujer sin piernas. Juntos integran un nuevo ser hibrido. Ella le aporta inteligencia, él le aporta humanidad. Cuando se encuentran desaparecen las sombras de la película. Ya no hacen falta. No es un film redondo, pero si es un film Romántico y eso, en estos tiempos que corren, es muy raro de ver.

viernes, 7 de diciembre de 2012

CHICOS Y CHICAS



(si quieren saber porque pongo esta ilustración, sigan leyendo)
Chicos y chicas.  Estos son los protagonistas principales de dos de las películas mas destacadas de la semana. Los chicos de Cesc Gay; las chicas de Whit Stillman.
Empecemos por ellos. Una pistola en cada mano es la nueva incursión en esa especie de radiografía amable sobre su generación que Cesc Gay, con la complicidad de Tomas Aragay en el guión y Marta Esteban en la producción, lleva haciendo desde su película En la ciudad. Sus personajes crecen muy poco a poco y siguen arrastrando los mismos problemas de aceptación del mundo en el que viven. Pero la crisis ha hecho acto de presencia en su cine, la crisis y la cercanía de los 50 años mas que la lejanía de los 40. Hay que entender que ya no podemos seguir haciendo el tonto. Ellos, porque ellas, hace tiempo que comprendieron el mensaje. Pero de todos modos de esta película coral quiero comentar solo una cosa que me ha llamado la atención. En mas de una crítica de la película he leído que el final remite al final de En la ciudad. Y me he quedado un poco perpleja. Porque no hay finales mas distintos que los de aquella historia de amistades que se rompían, quizás para siempre, alrededor de una mesa, que el de esta historia en la que lo que vemos es la recomposición de amistades, ni siquiera intuidas a lo largo de la película y que, sin duda, son el punto de partida para empezara a entender la situación en que estos hombrecitos se encuentran. Que ambas películas terminen alrededor de una mesa no demuestra mas que una cosa: a los personajes de Cesc les encanta cocinar, comer y beber. Nada más.

En cuanto a las chicas de Stillman, estas damiselas de espíritu dandy que viven en un tiempo sin datar, de tonos pasteles, vestidos acampanados y bailes de claqué, lo único que puedo decir es que me gusta mucho. Damsels  in Distress es una rareza absoluta que no responde a ninguna moda ni a ninguna tendencia, es lo mas alejado que uno pueda imaginarse de una película de universitarios, ya sea versión comedia basura, ya sea versión intelectual. Damiselas es un film intemporal con un humor inglés, (se ha citado a  P.G.Wodehouse como posible influencia) que sin embargo escapa a cualquier reduccionismo. Mientras la veía, me venían a la cabeza  dos ideas. Una, las imágenes de Querida Wendy de Thomas Vinterberg, otro film extraño sobre la adolescencia; dos, el libro La feria de las vanidades, de William Thackeray, una novela folletinesca publicada en 1847 que sigue siendo absolutamente recomendable. Como esta película. No tengan miedo  y atrévanse a pasárselo bien con Violet y sus damiselas.

sábado, 1 de diciembre de 2012

SECUENCIAS



(yo tengo mis particulares Richard Parker: una gata negrita y de verdad,  y un Calvin, de rayitas y de peluche. La Negra y Calvin conviven estupendamente)
Hay varios estrenos esta semana. De todos ellos me quedo con dos: La vida de Pi, de Ang Lee y El capital, de Costa Gavras. Y de las dos películas, absolutamente recomendables por muy diferentes motivos, me quedo con algunos momentos inolvidables.
De La vida de Pi, aparte de unos increíbles títulos de crédito, me quedo con las imágenes del joven Piscine y el tigre Richard Parker en medio de un Océano cuajado de estrellas en el cielo y en el mar. Pocas veces el cine ha sido capaz de evocar la belleza que tienen algunas de los dibujos de las miniaturas indias, con la precisión del detalle, la composición perfecta del cuadro, el equilibrio de las formas, en este caso el tigre y el adolescente en una barca. Los colores, la luz, la atmósfera, todo se conjuga para hacer de la parte central de la película de Ang Lee, una experiencia sensorial memorable. En Holy Motors, de Leos Carax, había un episodio que producía una sensación parecida, pero sin la dimensión metafísica (y no quiero meterme en terrenos espirituales o religiosos que no me interesan) que tienen este tigre y este humano frente a frente.

De El capital me quedo con una conversación aterradora: la que tiene el personaje de Marc Tourneuil, el ejecutivo sin alma, con su mujer Diane, aparentemente una persona con mas conciencia. Es ella, sin embargo, quién le da la clave para resolver el espinoso asunto de despedir a 10.000 personas: haz como el Presidente Mao en China durante la Revolución Cultural; no te ensucies tú, que sean las propias bases las que decidan a quien hay que echar. Una cascada de delaciones y venganzas personales se desencadena en el poderoso Banco que preside Marc. Y él tan contento. De todas las lecciones que se pueden sacar de este frío y despiadado retrato del funcionamiento de los negocios de los grandes bancos y su implacable afán de ganar mas y mas dinero a costa de gobiernos, personas y lo que sea,  la mas feroz es esta: el Libro Rojo de Mao que tantas y tantos enarbolaban  en los años 60 como símbolo de progreso, es el mejor manual para los jóvenes depredadores de los mercados.