domingo, 29 de enero de 2012

CASPOSA MISERIA MORAL



(un ejemplo de casposidad/porquería ciudadana)
La película de Clint Eastwood, J. Edgard, no me acaba de gustar. Lo siento porque Eastwood, casi siempre, consigue emocionarme de una u otra forma y siempre, incluso en películas de las que me siento muy lejana, como El intercambio. Pero en esta no. Me doy cuenta, ya me pasó con Meryl Streep en La dama de hierro, que cada vez me molestan mas los actores caracterizados y maquillados para parecer mayores. ¿Por qué no intentan dar la sensación de vejez sin necesidad de ponerse algodones en los mofletes, calvas falsas y cinturas de goma? No creo que un actor sea mejor por soportar horas de maquillaje antes de meterse en lo que de verdad cuenta: su personaje.
El titulo de este post no tiene nada que ver con la película de Eastwood, que no es en absoluto casposa, pero si con el personaje de J. Edgar, el inventor del FBI, y un claro ejemplo de casposa miseria moral.
Pues bien, esta semana me he encontrado con unos cuantos ejemplos de esta casposa miseria moral, el primero, curiosamente, vinculado a los chicos de J. Edgard.
-El cierre de Megaupload. Merecido que se meta en la cárcel a este gangster de dimensiones inhumanas que se aprovechaba de todos, pero no que se deje a la gente de mundo y medio sin la posibilidad de ver y disfrutar de películas y series. Antes de cerrarlo deberían haber buscado una solución legal, sencilla y asequible para acceder a esos contenidos. Miseria moral de cerrar sin solucionar.
-La actuación del FBI me hizo pensar en la enorme contradicción que significa que sea el FBI el que cierre una plataforma que sirve de difusión de las múltiples series protagonizadas por sus agentes. ¡Megaupload les ofrecía la mejor propaganda!
-El pisotón de Pepe a Messi. Esta casposidad no merece mas comentarios. Si la casposidad moral y miserable de quién no lo ha castigado con el peregrino argumento de que no le amputó dos dedos con el pisotón, asi que Pepe es un buen chico y puede seguir jugando.
-La absolución de Camps y Costa en Valencia. Esta casposidad es de dimensiones del Everest. Solo se entiende en una sociedad donde las corruptelas cotidianas se han convertido en la norma. Patético.
-La dilatación del juicio a Millet por el caso Palau. ¿Dónde se ha visto que alguien que ha robado impunemente siga disfrutando de la vida sin que le pase nada?
-La muerte de Theo Angelopoulos. Una muerte absurda, atropellado por una moto en una calle del puerto del Pireo. Pero no es solo el atropello lo que hace esta noticia, además de triste, casposa. Es que la ambulancia tardara ¡40 minutos! en llegar al lugar del accidente porque ¡se estropearon tres veces!. Esto, señores, si que es casposidad y miseria de todo tipo.
En fin, espero que la semana que viene pasen cosas menos miserables.

sábado, 21 de enero de 2012

PRECIOSO DIBUJO HAWAIANO


(un dibujo de Ramón. No es hawaiano pero tiene las mismas cualidades)
No tengo ninguna duda. Los descendientes de Alexander Payne será una de las mejores películas del año. Y de muchos años, seguramente. Cuando acabé de verla me quedé mucho rato sin poder moverme de la butaca del cine, como si de alguna manera estuviera sentada en ese sofá, tapada con una manta acogedora y bajo la protección de un padre pingüino. No es una casualidad que lo que los tres supervivientes de esta aventura emocional están mirando en la tele sea El viaje del emperador, donde los pingüinos padres asumen el cuidado de los pingüinos hijos.
He leído en casi todas las críticas de la película que se hablaba de tragicomedia, de humor. No creo que haya humor en esta película. Como mucho ironía. Lo que hay en esta preciosa historia es ligereza y suavidad. Ligereza para tratar la muerte de alguien querido sin estridencias; suavidad para entender que las relaciones familiares son como un archipiélago de pequeñas islas, a veces conectadas con un avión o un barco, otras separadas por un profundo abismo. La película de Payne, y me imagino que la novela de Kaui Hart Hemmings, solo se entienden en ese paisaje ligero y suave.
Hace unos días les dije a mis alumnos: los dramas con sol se llevan mejor. Es cierto. ¿se imaginan esta historia, la misma, en un país helado, nocturno? Sería un Bergman. Payne es un Bergman del sol. El paisaje de Hawai, incluso el del ese Hawai nada turístico y tan contemporáneo, es el quinto personaje de esta historia. Payne mira este paisaje con ojos de documentalista y se suma a la idea de salvarlo, preservarlo para el futuro, dejar que la naturaleza siga existiendo libre. Eso es lo que Matt aprende al final. Que el último paraíso está en aceptar la libertad, la de las tierras, la de sus hijas, la suya, o la de ese novio que está ahí para apoyarlos a todos y que protagoniza la escena mas seria de la película. La conversación nocturna de Matt y Sid es el punto de inflexión donde el personaje del padre entiende lo que debe hacer. Esa secuencia y la visita de la esposa del amante en el hospital, son los momentos mas estremecedores.
Mientras escribía pensaba que la palabra ligereza se podía entender de una forma equivocada. Los descendientes tiene la ligereza de esa música hawaiana que acompaña toda la película, cálida, ondulada, con un sentimiento de tristeza dulcificado. Los descendientes tiene la ligereza de un dibujo de línea limpia y clara, un dibujo que, como todos los pintores saben, es mucho mas difícil de hacer que un cuadro de brochazos contundentes. Los descendientes es una joya.

viernes, 13 de enero de 2012

MILLENNIUM


(ramón SI ama a las mujeres)
¡Cómo me gusta esta nueva versión de Millennium! No lo puedo remediar. Me parece mucho mejor que la película sueca y casi, casi mejor que la novela, que ya es decir. ¿Por qué? No se. Una respuesta que no gustará a casi nadie es: porque los americanos saben hacer cine mejor que los europeos. Mejor no es verdad, es diferente. Siempre he pensado que el cine americano era el cine de verdad y que el cine que se hace en Europa debería llamarse de otra manera. Es igual de bueno o muchas veces mejor, pero es otra cosa. Bueno dicho esto, porque me gusta la nueva película. 1. Por Lisbeth. La Lisbeth sueca me producía un profundo rechazo. La Lisbeth americana, como la literaria, es mucho mas frágil, mas abstracta, mas inaprensible y al mismo tiempo provoca una sensación de querer protegerla. 2. Por la relación de Lisbeth Salander con Mikael Blomkvist, mucho mas sensual y física, sin miedo a mostrarlos juntos en una química que echa chispas en algunos momentos. 3. Por ser tan fiel al argumento original, sin ser en ningún momento una ilustración, respetando el tronco central de la historia, sin dejar de apuntar las ramas laterales que en el libro son frondosas y aquí son pequeños brotes. 4. Porque aun siendo tan fiel al libro, se permite un cambio en el final que no altera el resultado, pero resulta mucho mas factible y verosímil.
Por todo eso y porque incluso conociendo la historia perfectamente, no puedes dejar de mirarla y de preguntarte como va a contar lo que va a pasar después. El espectador conoce el argumento, pero no tiene idea como lo va a resolver Fincher. ¿para cuando la segunda y la tercera?

jueves, 12 de enero de 2012

TRISTEZA


Ya no podré comer en el Restaurante Taj Mahal de Gijón como me habia prometido la última vez que estuve alli. Ya no volveré a ver su hermosa playa, ni a pasear por el Cerro de Santa Catalina presidido por la escultura de Chillida. No al menos en noviembre y compartiendo esos paisajes y esos lugares con sesiones memorables en el cine. Ya no volveré a ir al Festival de Gijón. Solo estuve dos veces, pero las dos fue una experiencia estupenda. Por la gente y por el cine. Allí se veían películas que en otros festivales no tenían cabida, allí se podía hablar con la gente directamente. Era un festival cercano y al mismo tiempo exquisito. Gran valor del Festival de Gijón el de hacer que un cine considerado difícil y minoritario fuera un éxito de publico con salas llenas. La destitución fulminante de José Luís Cienfuegos como director del Festival, al frente del cual llevaba 15 años, es una de las peores noticias de un tiempo lleno de noticias malas. No solo por lo que significa que un grupo de amigos se queden sin trabajo en estos momentos, sino como síntoma del empobrecimiento provinciano que se va extendiendo como una mancha de aceite por toda la península. El cine ha perdido un gran escenario, Gijón ha perdido una oportunidad de ser una referencia internacional. No se que pasará con el nuevo director del que se sabe tan poco, pero hoy y aquí, me duele el corazón por esta pérdida colectiva y personal. Lo siento José Luís. No te lo merecías.

viernes, 6 de enero de 2012

LA DAMA DE AZUL


(azules herrerianos, que no thatcherianos)
Esta mañana me han preguntado que pensaba de la polémica que ha provocado en Inglaterra la película sobre Margaret Thathcher, La dama de hierro. Les he dicho que no me parecía importante, que en realidad pienso que solo los gobiernos totalitarios o muy autoritarios se preocupan de lo que se pueda decir en una película. Los ejemplos que me citaban como referentes, lo confirman: Borat, de Sacha Baron que hizo que el gobierno de Kazajstán le declarara persona non grata (hasta que se dieron cuenta de que esa película había puesto el país en el mapa del turismo internacional); el presidente argentino Carlos Menem y la Evita de Madonna, ¡todo un demócrata, el presidente Menem!; la ministra de cultura del gobierno de Aznar, Pilar del Castillo y La pelota vasca, sin comentarios.
La verdad no entiendo que les preocupa a los británicos de esta dama de hierro. Si yo fuera conservador, estaría encantado de que convirtieran a una de las mujeres mas duras y despiadadas a la hora de imponer el liberalismo en una viejecita llena de recuerdos nostálgicos y con un marido que le hace compañía desde el mas allá; si fuera laborista, me daría vergüenza ajena ver el retrato hagiográfico de una presidenta que no tuvo piedad con nadie, pero nada mas. Como no soy ni una cosa ni otra, solo lamento que no me guste nada esta película. La composición de Meryl Streep acaba agotándome tanto que me desentiendo de la pantalla; la personalidad de la Thathcher joven y sus problemas para trepar en política, me importan un rábano y la Thatcher adulta o vieja me producen eso que creo deben sentir los laboristas: vergüenza ajena.
Podría decir que el guión es bueno, con el juego de tiempos y el diálogo con el marido muerto, pero también me cansa en su repetición. En fin, al final lo único que me entretenía era ver que variante de azul iba a sacar la presidenta en el siguiente vestido. En realidad esta película debería llamarse La dama de azul, mas que La dama de hierro.

miércoles, 4 de enero de 2012

CARTA A LOS REYES



Al margen de desear con toda mi alma que desparezca el desánimo colectivo y que la gente empiece a mirar el futuro con esperanza, aceptando que nada volverá a ser como era, pero aceptando también que eso no necesariamente significa que tenga que ser peor, tengo un deseo que me gustaría ver cumplido.
Desearía que nuestros políticos, periodistas, tertulianos de distinto pelaje, comentaristas deportivos o culturales, presentadores o hombre del tiempo, en fin, todos los que hablan en público dejaran de decir POR TANTO, PER TANT o como se diga en euskera y en gallego.
Estoy harta del latigillo. Por tanto pido que dejen de decir Por tanto.

domingo, 1 de enero de 2012

DE 2001 A 2012


Anoche volví a… 2001. No se asusten, no fue un viaje en el tiempo. Volví a ver la película de Kubrick y Clarke. Todo empezó con unas notas del Danubio Azul. De repente, nos entraron unas ganas irresistibles de ver la película. Nos llamaba. Nunca la habíamos visto en una televisión tan buena como la que tenemos desde hace un tiempo, así que la experiencia fue extraordinaria. Como verla por primera vez. Nos envolvimos tanto con ella que se nos pasaron las doce campanadas, pero no las doce uvas que nos comimos viendo como David “mata” a HAL, cada pieza de la memoria, una uva y una lágrima mientras HAL va perdiendo la voz cantando Daisy, Daisy. Y luego, el viaje Júpiter y mas allá del universo. “Está lleno de estrellas”. Ese viaje a través de un agujero de gusano que le lleva a un espacio nuevo, aun por nacer.
Mientras la veía pensaba en el impacto que les debió causar a mis dos personajes medievales, Ana y Martí, ver esta película en el año 2004. Lo que debieron sentir cuando aparece el monolito entre los monos para dar el primer salto de la humanidad; cuando lo descubren enterrado en la Luna; pero sobre todo, cuando lo ven flotando en la inmensidad del universo antes de que David lo cruce en su viaje hacia las estrellas.
Seguramente hay muchas buenas manera de empezar el año, pero sinceramente, esta me parece estupenda.