viernes, 29 de abril de 2011

CODIGO FUENTE


(¿una máquina del tiempo de Ramon?)
Hace dos dìas fui a ver Código Fuente, de Duncan Jones, el director de Moon un film que me gustó mucho. Este también. Aunque a veces parezca un episodio largo de Fringe o una versión de ciencia ficción de El Dia de la Marmota, lo cierto es que Código fuente es una película que con muy poco ofrece mucho. Poco, porque en realidad estamos en dos espacios: el laboratorio y el tren, en los que sucede toda la acción. Siempre la misma con pequeños cambios que la hacen avanzar hacia un punto en el que el destino acaba por ser modificado. Pero lo que me llamó mas la atención fue comprobar que el sujeto de este experimento en el tiempo y en una realidad paralela fuera Jake Gyllenhaal, el mismo que hace diez años protagonizó Donnie Darko, de Richard Kelly, otra historia de salto en el tiempo y de universos paralelos. Lo que en el film de Kelly eran un cuento fantástico con un conejo amenazador y un mundo incomprensible, en la película de Duncan Jones es una pesadilla contrarreloj en secuencias de 8 minutos. Ambas tienen en común, aparte del actor, un interés por escapar de las historias mas trilladas de adolescentes y militares. Verlas una detrás de otra es un ejercicio que recomiendo a quién pueda hacerlo. Es una experiencia curiosa ver a Donnie Darko y una versión adulta suya encarnada en el capitán Colter Stevens, vivir una vida que no les toca, es decir vivir mas allá de la muerte.

viernes, 22 de abril de 2011

REFLEXIONES


Al volver de Terrassa donde se ha celebrado el BASE 2011 en la ESCAC, leí el libro de Iñaki Gabilondo “El fin de una época”, (Barril&Barral, Barcelona 2011),y me encontré con varias similitudes entre lo que se había dicho en las conferencias del BASE y lo que el periodista escribía en su último capítulo. Cámbiese periodismo por cine y no está muy lejos de lo que comentaron Mateo Gil, José Luis Félez, Daniel Sánchez Arévalo o Manuel Martín Cuenca, lúcidos ante los cambios estructurales y conceptuales que plantean las nuevas tecnologías y que resume muy bien la frase de Martín Cuenca. “No son tiempos malos, son tiempos de cambios”.
A continuación reproduzco algunas frases de Gabilondo que me parecen ejemplares y que suscribo por completo.
“La situación más complicada es la que padecen algunos profesionales que habían empezado a construir su vida con los parámetros antiguos y de repente se encuentran atropellados.
“El negocio que se está buscando terminará por encontrar un modelo válido que pueda erigirse en la referencia. Aunque se vehiculen a través de tecnologías nuevas y desconocidas, los modelos de referencia deberán resurgir como una necesidad de primer orden, en el marco de nuevos modelos de negocio. Mi pronóstico es que el mito del fin del periodismo clásico durará poco tiempo, si bien la profesión tendrá que alterarse por completo. Puede, por tanto, que tengan razón quienes anuncian la muerte del papel –en un sentido tradicional- o del modelo del periódico que conocemos. Pero si hay un elemento cuya supervivencia está garantizada son los valores, verdaderos baluartes del periodismo en cualquier época y soporte.
“Lo que está muriendo es un modelo de negocio que forzará el nacimiento de otro. Pero ningún nuevo negocio puede orillar el periodismo de referencia.
“Por mas que se modifique la noción de negocio, la gente requerirá siempre de una figura que cribe y explique la realidad en virtud de unos criterios de calidad contrastada.
“A mí me llevó mucho tiempo entender que siempre ha sido –y siempre será- minoritaria la demanda de productos de una cierta exigencia.”

Unos días después, leí un artículo de Anna Soler-Pont, una de las agentes literarias más activas y atenta a los cambios que se están sucediendo. El artículo, publicado en La Vanguardia del 21 de abril, se titulaba “Cuando no hay plan B”. También allí encontré muchos puntos en común con el debate que está en el aire y que afecta a todas las industrias culturales: cine, música, libros, periodismo..
Estas son algunas de sus reflexiones:
“El momento que vivimos a caballo entre la industria llamada tradicional y las revoluciones tecnológicas, es fascinante.
“Hay más interrogantes que respuestas. Y lo que ocurre es que los occidentales, y especialmente los europeos, tendemos a ver el mundo desde una óptica muy particular. Porque en otras partes del planeta las cosas van a un ritmo más acelerado y hace ya mucho tiempo que saben que no hay plan B. En la India y en China ya han empezado a cerrar imprentas y muchos niños y niñas nunca verán un libro de texto impreso. Las dimensiones de la población escolarizada en los países emergentes hace impensable que cada alumno tenga todos sus libros impresos. El libro físico será objeto de lujo, pero los contenidos estarán al alcance de todos.
“Finalmente, lo que importa es que los contenidos lleguen al destinatario. Que circulen, que se lean. En qué soporte y en qué formato, será lo de menos.
“Pero lo que importa también es dar al contenido el valor que se merece. ¿Quién creará si no se remunera por ello? En un mundo abocado a ser digital deberíamos preocuparnos para que las nuevas generaciones, los adolescentes de hoy que ya van con el ordenador portátil en la mochila con sus textos digitales sean educados para dar valor al contenido.”

Momento apasionante el que estamos viviendo. Si pensamos un poco, es casi tan apasionante como la puesta en marcha de la imprenta que permitió popularizar la edición de libros en lugar de ser reserva de unos cuantos privilegiados; momento apasionante como el de la implantación de la televisión que permitió que las noticias y las imágenes llegaran a todas partes. Momento apasionante que debemos aprovechar y cargar de contenidos. Como dice Anna, como dice Iñaki, como decían en la ESCAC los conferenciantes: cambian los soportes, pero los creadores seguirán siendo imprescindibles. O, para resumir con una frase de Martín Cuenca hablando de la facilidad de rodar. “Todo el mundo puede producir imágenes ahora mismo. Lo difícil es hacer cine y no una chorrada”.
En eso estamos.

sábado, 16 de abril de 2011

BASE 5


(Elena Trapé, última firma, última conferencia)
Último día del Base 2011. Mañana de festivales; tarde de blogs. La casualidad hace que el Taller de Festivales de Ángel Sala coincida con la publicación de la lista de películas que van al Festival de Cannes. Y eso nos permite hablar del conservadurismo, por no decir inmovilismo, del mayor festival del mundo. El mas importante, pero también el mas anquilosado. La lista de directores que estarán en la Sección Oficial a Competición, es la de siempre. Provoca una sensación de déjà vu, de sabido. Y también de miedo, porque no es posible que todos los directores hagan obras maestras cada vez que hacen una película; pero si es posible que cada vez que hacen una película estén en Cannes. Lo siento, pero no me vale. 15 de los seleccionados están SIEMPRE en Cannes y no SIEMPRE están con buenas películas. Hay dos operas primas, la cuota de riesgo que asume el festival, mínima por cierto. Y tres nombres no habituales, pero ya descubiertos en otros espacios. No digo que no sea espectacular poder ver a Lars von Trier (los que me conocen saben que soy de las máximas defensoras de este director), a Aki Kaurismaki (lo mismo), o tener la oportunidad de ver el trabajo de Terrence Malick. Claro que es envidiable y apetecible. Pero lo que me decepciona es que no arriesguen un poco mas, no apuesten un poco mas, no sorprendan un poco mas; Dardenne, Almodóvar, Allen, Moretti, Sorrentino, Ceylan… ¿es que no hay nadie mas en España, en Italia, en Turquía, en Bélgica? De esto y muchas otras cosas habló Sala y también del saber programar, de ayudar a las operas primas, entendiendo la opera prima no solo como el primer largometraje, sino el primer trabajo, o trabajos previos: cortos, videoclips, documentales...
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Por la tarde Elena Trapé ofreció una conferencia sobre el proceso de creación de Blog. Fue interesante, pero sobre todo tuvo un momento magnifico. Cuando la directora confesó el instante de revelación del film: ese punto exacto en que de pronto, ves que película quieres hacer.
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Conclusiones de este Base. Es pronto. Pero una me viene a la cabeza desde hace días. El cine no ha muerto, el cine esta mas vivo que nunca. Lo que ha muerto es una manera de hacer cine, de ver cine y de escribir cine. Me he acordado de los directores americanos que empezaron a hacer películas en los años sesenta. También a ellos les dijeron que el cine había muerto, porque el sistema de producción de los grandes estudios, con contratos de por vida a directores y actores, con trabajo seguro todo el año, con estrenos llenos de estrellas; ese cine había muerto. Y era cierto. Pero eso no significó que el cine no supiera encontrar nuevos caminos: desde Roger Corman produciendo películas de bajo presupuesto a gente muy joven, hasta Godard y Truffaut en el otro lado del mar saliendo a la calle a rodar con medios precarios. Desde gente que venía de la televisión como Sidney Lumet, que acaba de morir y traía ideas frescas y distintas a las de toda la vida, hasta jóvenes sin miedo que con una cámara de 16 mm filmaban lo que podían. Si se lo hubieran creído, lo de que el cine estaba muerto, no habrían hecho nada. Pero si se hubieran empeñado en seguir haciendo cine como hasta entonces, tampoco. Esa es la gran lección de este Base. Como dijo Martín Cuenca. No son tiempos malos, son tiempos de cambios y de retos. Y a la gente que estudia cine le toca coger esos retos y hacer su revolución.
Hasta el año que viene. Mejor hasta la próxima entrada.

jueves, 14 de abril de 2011

BASE DIA 4


(dos directores de festival firman el poster de otro festival)
Día de parejas. Por la mañana Hélène Cattet y Bruno Forzani presentaban Amer, película seleccionada por el Festival de Sitges. Un film que escapa de lo convencional, tanto por su narrativa visual y sonora, como por la clara intención poética, homenaje atmosférico al giallo italiano. Un reto para las ideas preconcebidas del cine. Todo es cine, y las narraciones no son siempre las que cuentan linealmente y con diálogos, hay muchos lenguajes.
Segunda pareja: la de Marta Rodriguez y Jaume Cuspinera, presentando y explicando el proceso de creación de Animals, de Marçal Forés. Esta conferencia la tenía que dar un trio, pero Marçal se puso enfermo y fueron el encargado del desarrollo del guioon y la responsable de la producción los que han contado el cómo y el porqué de uno de los títulos mas esperados del año.
Tercera pareja; la de Ángel Sala y José Luis Cienfuegos, Sitges y Gijón, dos festivales y una conversación de amigos en la que afloraron los problemas que tienen los festivales, obligados como toda la cadena de la industria del cine a replantearse muchas cosas.
Mañana último dia.

BASE DIA 3


(Martín Cuenca y el ritual de la firma)
Hoy ha sido una jornada para pensar, para quedarte con una serie de ideas y reflexionar mucho sobre ellas. Manuel Martín Cuenca, el director de La flaqueza del bolchevique y de La mitad de Oscar, no es un un hombre fácil de olvidar. Bueno, sus ideas y los retos que lanza. En este Base, donde la tendencia general es la del pesimismo, la del que el futuro del cine es muy negro; en este Base donde todos los que participan advierten de que las cosas han cambiado y están cambiando muy deprisa, escuchar las palabras de Martín Cuenca permiten pensar que no todo está perdido. Fue una clase polémica, de discusión, de controversia. Una clase rica. Evidentemente, siendo Martín Cuenca uno de los mas duros críticos con las descargas ilegales en Internet, estaba claro que ese iba a ser un tema. Y lo fue. Pero no en el sentido de "contra" o "favor" de Internet, sino en el sentido de que Internet sea un instrumento útil para poder seguir haciendo cine. Es decir que Internet se pague. Pero no a las operadoras de telefonía, no a los grupos que viven de piratear, sino a los que hacen los productos. Y por qué. Porque hay que valorar el trabajo. Si tu pagas, aunque solo sea un euro, 50 céntimos, valoras lo que compras. Si lo coges gratis, acabas menospreciándolo. Y si pagas un euro, cincuenta céntimos, que sean para el que lo ha hecho no para el que te deja usar un canal. O en todo caso que se reparta. Bien.
Otra cosa importante. Cuando acabas la carrera de cine o cuando te enfrentas a tu primera película, no tienes la obligación de hacer una obra maestra. Ciudadanos Kanes, hay muy pocos en la historia del cine. Martín Cuenca ponia un ejemplo muy ilustrador. A un arquitecto que acaba la carrera no se le pide que construya el Guggenheim en su primer proyecto. Lo que le pides es que la casa esté bien hecha y si además es bonita estupendo, pero nada mas. Entonces,¿por qué un director de cine tiene que hacer una obra mestra?. Bien
Otra cosa. El cine se aprende haciéndolo. Gran obviedad, pero una realidad que no se aplica todo lo que hace falta. Hay que mancharse las manos, como decía Walter Benjamin. Hay que pasar por los procesos, conocer las funciones, saber compartir y comprender. Hay que saber mandar y para mandar te tiens que hacer respetar y para hacerte respetar tienes que saber de qué estás hablando. Bien.
Otra cosa. El trabajo se ha de pagar. Tienes que hacer el producto que puedas con el dinero que tengas. No pretendas hacer una película de ciencia ficción con presupuesto de cine de tres personajes. Haz una película de tres personajes estupenda y sobre todo, paga a todo el mundo. No se puede explotar a la gente abusando de su entusiasmo. Bien
Hay tres cosas fundamentales para Martín Cuenca a la hora de hacer cine: Oficio, Carácter, Talento. Las tres son necesarias por igual. Cuando una de las tres falla, el producto falla.
Por último una nota de optimismo en una conferencia que fue entusiasmadora: No es un fracaso llamar a 99 puertas que se cierran en tus narices; es un éxito llamar a una y que te la abran, Búscala y aprovéchala. No la desperdicies..
No está mal. Creo que los estudiantes que asistieron a esa clase la recordarán mucho tiempo.

miércoles, 13 de abril de 2011

BASE DIA 2


(Mateo Gil firmando en el cartel del BASE)
Día de sol, de calor. Día de directores con trayectoria y distintas experiencias. Día de lecciones de producción. Coincidieron en la misma tarde Mateo Gil, Daniel Sánchez Arévalo y José Antonio Felez. Mateo Gil es el ejemplo del director que se lanza al mundo sin estar arropado, directamente a los leones. Guionista conocido y famoso por sus colaboraciones con Amenábar, Mateo a veces se arrepiente de haber dirigido Nadie conoce a nadie. Once años separan esa experiencia de su segundo largo, Blackthorn, a punto de estrenarse. Once años, muchos guiones, muchas decepciones, muchos cortos. Y mucha experiencia acumulada. Mateo sabe que a pesar de sus 38 años, es un director formado en otro tiempo y que debe hacer un esfuerzo por entender, aprender y sacar provecho de las nuevas formas de hacer cine, de la libertad que ofrecen, aunque sea consciente que a lo mejor llega tarde. Lo mejor de su charla, aparte de disfrutar de anécdotas de sus principios y sobre todo del rodaje en Bolivia de su último trabajo, fue sacar la conclusión de que si sabes aprovechar el tiempo que vives las posibilidades de hacer cine en múltiples formatos es infinita.
Un rato mas tarde el diálogo entre José Antonio Felez, productor y Daniel Sánchez Arévalo director, permitió comprobar como un director que empieza y consigue establecer una complicidad absoluta con su productor, puede construir una carrera sólida y continuada como la suya. Aunque ahí estaba Felez para contar que las cosas han cambiado y que una película como Azuloscurocasinegro, ahora no sería fácil de hacer. La producción de cine en España está cambiando y ya no se puede contar con financiación para según que películas. Felez dio una leccion de producción y a pesar del pesimismo ofreció soluciones para superar el momento presente.
Como colofón una entretenida cena con todos ellos en la que acabamos hablando del futuro de la humanidad y el fin del mundo. Cosas del cine.
Mañana mas

martes, 12 de abril de 2011

BASE DIA 1


(Fernanda del Nido y Jorge Coira firman el cartel del BASE)
Ha empezado en Base 2011. Como siempre será la ESCAC la sede donde se celebren las conferencias y los diálogos, mientras que las proyecciones se harán en el Cine Catalunya de Terrassa. Ayer fue el dia gallego. Fernanda del Nido y Jorge Coira presentaron 18 comidas y luego protagonizaron un diálogo sobre las relaciones productor/director. En medio, Carles Bosch se encargó de contar que el documental es un género apasionante con el que puedes crear ficciones mas allá de la ficción. Es decir, el documental te permite mostrar cosas reales que en una ficcion casi no te atreverías a poner temiendo la reacción: esto no se lo cree nadie. Pues si,se cree. Apasionado y apasionante Carles Bosch dio una lección de como saltar del corto al largo, en su caso, del 30 minuts de reportaje televisivo a Balseros, o película documental de cine. Un placer.

viernes, 8 de abril de 2011

STRAUB/HUILLET


(portada del número 2 de ARC VOLTAIC donde se publicó el artículo de Ramón Herreros, Notas dispersas a partir de un plano: El plano 73 de Moses un Aron, y la segunda parte de la Conversación con Straub/Huillet)
A lo largo de esta semana se han realizado en el CCCB de Barcelona, organizadas por Xcèntric en colaboración con el Instituto Francés, unas jornadas de encuentros sobre cine, literatura, composición visual o política, a partir de los filmes de Jean-Claude Rousseau, Jean-Marie Straub/Danièle Huillet, Paulino Viota y Peter Nestler. Esto me ha hecho recordar el cine de Straub y mejor aun la persona de Straub y su mujer Danièle Huillet a los que conocimos Ramón y yo en el año 1975, cuando él y Valentín Gómez les hicieron en su casa de Roma una larguísima entrevista que se publicó en los dos primeros números del Arc Voltaic, en el verano del 77 la primera parte, en el otoño del 77 la segunda. Yo los volví a encontrar en Locarno en el año 1984 donde les hice una nueva entrevista mas corta. Se acordaban de nosotros, sobre todo de Ramón y su artículo sobre el plano 73 de Moses und Aron. Los vi varias veces después en distintos festivales y supe de ellos por amigos comunes hasta la muerte de Danièle en octubre del año 2006. Ese fue un mal año. En junio murió Joaquín Jordà y pocos meses después Danièle. En el festival de Turín, donde había una gran retrospectiva Jordà, los amigos de la pareja montaron un homenaje a su memoria. Fue muy emocionante.
Todo esto me hace pensar en un hecho que no deja de sorprenderme. Aunque han pasado mas de treinta años, los autores que descubrimos cuando trabajamos en la Filmoteca Nacional de España en la calle Mercaders, siguen siendo los nombres de referencia de las nuevas generaciones de críticos y cineastas mas comprometidos. Han surgido nuevas figuras, desde luego (lo contrario sería terrible), pero Straub, Garrel, Akerman, Eustache, Rivette, Godard… están en la mente de la gente mas inquieta y sus películas siguen ocupando espacio en revistas y en jornadas como las de esta semana, o en proyectos como la web “Internacional Straub”, promovida por la revista Lumière. Seguir disfrutando de sus imágenes, sabiendo que los descubrimos cuando apenas empezaban, es una de las satisfacciones que da el hacerse mayor. Es un privilegio haberlos conocido personalmente y tenerlos en la memoria en un momento en que eran jóvenes, rompían las reglas del cine mas convencional y nadie les hacia caso.
(cuando hablo en plural me refiero a Ramon Herreros, mi marido, que fue uno de los primeros, si no el primero, en escribir de los Straub en España)
(para los que tengan curiosidad, cuelgo en la otra web la entrevista que les hice en 1984. Los que quieran leer las del ARC VOLTAIC tendrán que buscarlas en una hemeroteca. Algún día, a lo mejor, me dedico a copiar sus artículos mas interesantes o me lanzo a escanearlos para colgarlos en la red)

sábado, 2 de abril de 2011

AFRICA EN EL CORAZÓN


(Africa en el corazón o África como corazón en un cuadro de Ramón)
Se acaba de estrenar En un mundo mejor, la oscarizada película de Susanne Bier. Pero no es de esta película de lo que quiero hablar. Lo que quiero es utilizar este film para trazar una breves líneas sobre un tema que me interesa: el cine que los europeos hacen en África. Es decir, la mirada europea sobre el continente negro (o amarillo si nos fijamos en el desierto, o verde si nos sumergimos en sus junglas). Y digo europeos y no americanos porque lo que los americanos hacen cuando van a África a filmar es muy diferente de lo que hacen los europeos. El cine americano busca la aventura con los matices que haga falta entre la obra maestra que es Hatari, de Howard Hawks, y la demagogia aventurera de Diamante de sangre de Zwick. Los europeos, en cambio, buscan la redención de su mala conciencia colonial. Da igual cual sea el argumento: un médico danés que cree en la no violencia (caso de la película de Bier), un médico alemán fascinado por los misterios de la selva (caso del La enfermedad del sueño de Ulrich Köhler, uno de los títulos mas interesantes vistos en Berlín); ya sea la mujer perdida en el laberinto que interpreta Isabelle Huppert en la magnífica película de Claire Denis White Material, (que espero se pueda ver algún dia en nuestras pantallas) o su antecedente directo en la fundacional Chocolat de la misma Claire Denis. Todas estos títulos tienen un rasgo común: la mala conciencia. Lo que tienen de diferente es como gestionan esa mala conciencia. En todo caso queden estas líneas como el apunte de un posible libro donde se podrían incluir películas de un nivel tan potente como La caza del león al arco, de Jean Rouch, o tan estéticas como El cielo protector, de Bertolucci; tan histéricas como Cobra verde, de Herzog o tan bienintencionadas como El jardinero fiel. Hay muchas y nos pueden ayudar a pensar sobre nuestra propia historia, literatura (ese sería otro bonito tema desde Tarzán o Conrad, pasando por Bruce Chatwin hasta John Le Carré), arte, música...