viernes, 28 de enero de 2011

THÉRÈSE


(rosa y cuerda, dos imágenes de Thérèse)
Thérèse es una película mas hermosa, austera y radical hoy que hace 25 años. En este tiempo, el cine ha ganado en muchos terrenos, pero también ha perdido en otros. Por ejemplo en la densidad pictórica de las imágenes que tiene esta versión de la vida de Santa Teresa de Lisieux, densidad que le permite a Cavalier construir el film como un auténtico retablo. Concebida como pequeños cuadros separados por un fotograma negro, la acción se desarrolla en un escenario completamente despojado y de fondos neutros, un espacio vacío en el que los pocos muebles configuran un decorado donde los personaje se mueven libremente. La cámara, casi siempre en un plano frontal, contribuye a crear la sensación de tableaux vivant. Todo esto le da a la película una belleza sublime y una fisicidad que hace que los arrebatos místicos de las religiosas sean casi tangibles: la física de la metafísica. Catherine Mouchet como Thérèse encabeza el conjunto de actrices que dan vida a este grupo de carmelitas enamoradas de Dios, encerradas en su silencio para poder estar mas cerca de su amado. Cavalier, un director casi desconocido en España y con una carrera absolutamente heterodoxa en Francia, logra que la historia de esta joven que murió con 24 años y fue declarada santa en 1925, nos emocione y nos conmueva en lo mas hondo.
(crítica publicada en la web de Fotogramas)

viernes, 21 de enero de 2011

BLOG EN EL BLOG



No podía ser de otra manera. Si se estrena una película que se llama Blog hay que escribir de ella en … un blog. Aunque la verdad esta inesperada película de Elena Trape debería llamarse mas bien Chat. Porque lo que estas niñas hacen es chatear y grabar un videoblog mas que escribir como hago yo o cualquiera de los que tiene un blog. Pero eso es lo de menos. Al cine español se le ha echado en cara muchas veces que no es representativo de su tiempo, de su propia realidad. Es cierto o mejor dicho, lo ha sido en algunos momentos de su historia. No ahora. Y esta película es uno de los mejores ejemplos de cómo el mundo nuevo en el que todos estamos sumergidos se ha apoderado de la comunicación mas privada de todas: la del querido diario, eterno e inmortal ejercicio de reflexión interna sobre la propia vida que en la adolescencia se suele presentar conflictiva y llena de incógnitas. Esto es lo que hacen este grupo de chicas unidas por un pacto de sangre casi medieval. Un pacto para conseguir un objetivo: el de la propia afirmación de su condición de mujeres con capacidad de decidir. A lo largo de unos meses la cámara sigue todo el proceso de formación de este grupo con sus diversidades y sus contradicciones, un grupo de chicas heterogéneo donde ni los adultos ni los elementos masculinos de su edad tiene ninguna cabida. Como todas las sectas (usando este término positivamente) discriminan y expulsan a los otros. Esos otros que son necesarios como objetos para conseguir su objetivo; esos otros que no son capaces de entender la profunda revuelta que encierra su pacto. Divertida a veces, ingeniosa siempre, tierna en algunas de sus confesiones, la película parece que se ha hecho sola, pero hay detrás un enorme trabajo de construcción: de los personajes, de la fotografía, del montaje, del sonido, y porque no, de la moral. Querido diario…

martes, 18 de enero de 2011

ANIMAL KINGDOM


La sorpresa de esta semana en la cartelera es Animal Kingdom, primera película de ficción de un joven director australiano llamado David Michod conocido por sus documentales y cortos. La publicidad la vende como “la respuesta australiana a Uno de los nuestros”. No estoy de acuerdo. Scorsese hace de la violencia espectáculo, mientras que Michod hace de la violencia sentimiento. Como familia entregada al lado oscuro mas cotidiano, el film con quien se relaciona directamente es con dos viejos antecedentes Mama sangrienta de Roger Corman y La banda de los Grissom de Robert Aldrich, y con un cercano precedente James Gray, especialmente el de La noche es nuestra. Familias entregadas al crimen como forma de vida. Reino animal donde triunfa no el mas fuerte sino el mas astuto, el mas inteligente para saber ver los recovecos de una selva urbana llena de peligros. Una abuela/leona con melena de oro y ojos transparentes es el eje entorno al cual se organiza toda esta tribu de hienas, tigres y leopardos. Hasta que llega a la manada un pequeño cachorro que consigue imponerse a las leyes establecidas. Denso y espeso en sus imágenes de personajes de ojos vacíos, el submundo de Melburne, una ciudad luminosa y cálida, una selva húmeda y peligrosa, es el escenario ideal para que Michod desarrolle una historia de escondidos tintes shakesperianos. Michod, apúntense este nombre.

martes, 11 de enero de 2011

DIOSES Y HOMBRES, PAJAROS Y RAMAS


“-Somos como pájaros en una rama, podemos echar a volar en cualquier momento –dice uno de los monjes.
-No, te equivocas, –le contesta la mujer– nosotros somos los pájaros y vosotros sois la rama. Si os vais, no nos queda nada.”

Este diálogo de la película De dioses y hombres que se estrena el viernes, es el punto central de la historia. Pájaros y ramas. Los monjes del pequeño monasterio cisterciense de Tibhirine, perdido en las montañas del Atlas en medio de la Argelia musulmana, son la rama donde se apoya la vida del pueblo. Cristianos y musulmanes viven en plena armonía, se ayudan, se complementan. Pero este mundo equilibrado está condenado a desaparecer violentamente con la irrupción del fanatismo, el fundamentalismo, el integrismo que arrastra en su torrente de violencia a unos y a otros; a pájaros y ramas. En 1996, la comunidad fue secuestrada, aun no se sabe bien por quién, y poco después los monjes aparecieron decapitados. La película habla de eso, del espanto que significa la pérdida de confianza, el desprecio al otro, la impunidad de quién se cree con derechos. Derechos sobre los monjes y sobre la gente del pueblo. No sabemos quién tiene mas miedo: los resignados cistercienses que saben a que se arriesgan o los habitantes del pueblo que saben que no podrán escapar de la dictadura de la intolerancia. Hay un momento en que el gobernador le dice a Christian, el prior: “la culpa de todo esto la tienen los franceses, no por la colonización, sino por la forma en que hicieron la descolonización”. No son estas palabras exactas, pero es el sentido. No se puede dominar un país y de la noche a la mañana abandonarlo a su suerte. Albert Camus lo dijo muy claro y pagó las consecuencias (aun hoy las paga). Lo que está pasando ahora es el resultado.
Pero este tema, que podría haber dado pie a una film político, es en manos de Xavier Beauvois un precioso documento sobre la vida monástica, con sus pequeños trabajos, sus rituales, sus ritmos específicos. ¿Recuerdan una película del 2005 que se llamaba El gran silencio? Bueno pues es algo asi, pero con música, con palabras, con imágenes, con objetos, con tolerancia y convivencia y con añoranza de un tiempo, no tan lejano, donde los pájaros podían posarse en las ramas y vivir en paz.

miércoles, 5 de enero de 2011

TAMBIEN LA LLUVIA


(un cristal de agua feliz)
El primer gran estreno del año es una película española. También la lluvia de Iciar Bollaín. Hay dos secuencias en este film que me parecen importantes. Una, poco después de empezar, nos presenta al equipo de la película durante la lectura del guión sobre Cristóbal Colón que están apunto de rodar en Bolivia. Sin transición, Karra Elejalde, que interpreta al actor Anton, se convierte en el personaje Colón y nos arrastra a una escena donde se muestra toda la inocencia y la codicia de la primera llegada a las Indias ante la mirada impasible de dos indígenas que están allí como camareros. Cine en el cine, realidad dentro de otra realidad donde la vieja y la nueva colonización se confunden. La otra secuencia es casi al final, cuando Costa el productor se despide de Daniel el actor. Daniel, el indígena le regala una pequeña caja donde se esconde un auténtico tesoro. El oro contemporáneo, mas necesario y valioso que cualquier otra cosa: el agua. Estos dos momentos me parecen fundamentales para entender este film que se mueve entre el espectáculo y la denuncia política sin miedo a entretener y sin maniqueísmos de ningún tipo. El guión de Paul Laverty le ofrece a Iciar una historia que pone el dedo en la llaga de la(s) colonización(es), pero sin hacer demagogia: en ese sentido es clarificador que el personaje de Anton/Colón, a pesar de ser el explotador por excelencia, sea mucho mas solidario que el personaje de Alberto/Bartolomé de las Casas, populista en su discurso y cobarde en su comportamiento. Pero para mi, el tema principal de esta historia es el agua. Yaku/El Agua y su importancia para la vida, el agua que no es de nadie y es de todos, el agua de la que estamos hechos los seres vivos. El agua que sufre y se alegra, que padece y disfruta. Para los que no crean que el agua tiene vida propia y refleja las actitudes, los sentimientos, las situaciones, las violencias y la belleza de los espacios por donde circula, les recomiendo el libro Mensajes del agua, de Masaru Emoto. Seguro que si Emoto hubiera hecho una foto de un cristal del agua de También la lluvia le habría salido la imagen preciosa de un agua satisfecha por lo que la película hace por ella.