viernes, 21 de mayo de 2010

MORIR DE DIA


(retrato de Joaquín Jordá realizado por Sergi Dies)
Produce un cierto vértigo ver tu propia historia en la pantalla. Si no la tuya explícitamente, si la de las gentes que conociste y el tiempo que viviste. Produce una cierta sensación de deja vu, al mismo tiempo que te das cuenta de cuantas cosas han pasado en tu vida. No puedo evitar sentir una cierta vergüenza ajena al ver Morir de dia. No puedo evitarlo porque yo estaba ahí, yo conocía a Mercé Pastor, a Pau Maragall. Yo no pasé por la heroína, pero si la viví muy de cerca en amigos que se quedaron y en amigos que se salvaron (¡ese reencuentro desde la pantalla con Senent Josa, El Chino, me provoca un cúmulo de emociones contradictorias!).
No puedo ser objetiva con este trabajo, el último de Jordá que han heredado Laia Manresa y Sergi Dies haciéndolo suyo. No se si está bien o mal, ni me importa. Tampoco se si estoy de acuerdo en la tesis que flota en el fondo del discurso: la transición fue una traición. Yo creo que no. Creo que todos hicimos lo mejor que sabíamos hacer: vivir. Y vivimos como quisimos en unos años en los que la libertad no tenía limites porque no había poder para ejercerlos. La droga en esos años era una fiesta, una fiesta envenenada, pero una fiesta que duró hasta principios de los años 80. Entonces, se vio que la fiesta era un espejismo, que la droga era una condena y que salirse de ella no era nada fácil. Todos, tanto los que se quedaron en el camino como los supervivientes, lo pagaron con vidas rotas. Este documental es un retrato colectivo a partir de retratos individuales, de textos que leímos alguna vez (Star y los Malditos¡¡¡¡) o que pudimos haber escrito (el precioso diario de Mercé), de historias que compartimos (el Price, Formentera…). Este documental, de todos modos, sigue hablando de la gente que cuenta y se detiene justo en el momento en que la droga dejó de ser patrimonio de las clases medias y altas y se convirtió en el azote de las clases mas desfavorecidas. Esas no salen, seguramente porque no toca. Sería otra película. Con esta lo que Laia y Sergi hacen es recordar que hubo un momento en que la elección de morir o vivir la podías tener al alcance de una jeringuilla.
(Morir de día, documental de Laia Manresa y Sergi Dies, sobre finales de los años 70 y principios de los 80 en Barcelona, momento en que empieza a entrar la droga dura en la ciudad)

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